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Las imágenes son la primera manera como uno se acerca al mundo, señala el ilustrador Iker Vicente, invitado a LéaLA

27 de mayo de 2013

•    El ilustrador presentó en el encuentro librero en Los Ángeles su volumen La niña del mar y otras historias, además de impartir un taller a niños sobre la expresión gráfica

El ilustrador Iker Vicente, quien recientemente formó parte de la delegación mexicana coordinada por Conaculta que acudió a la Feria del Libro en Español de Los Ángeles (LéaLA), confesó en entrevista el entusiasmo que le causó la difusión entre el público de esa ciudad del libro La niña del mar y otras historias,  una edición, dijo, en la que colaboró con sus dibujos para ilustrar el relato de la autora portuguesa Sofía de Melo Breyner. 

−¿Cuáles fueron sus impresiones de la feria?

−Me sentí muy satisfecho y orgulloso de ver a tanto público latino. Me invitaron, además de presentar el libro a hacer un taller con niños. Lo que me entusiasmó es que se trata de una feria dedicada al público hispano de Los Ángeles. Los niños, muchos de ellos, entienden el español, pero a veces te responden en inglés o tienen palabras que sólo las han escuchado en inglés, entonces era interesante conocerlos, platicar y  jugar con ellos.  Es una feria pequeña, no se atiborra de gente como la FILIJ (Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil), pero hay mucho interés y es interesante ver el material que se hace para el público hispano en Estados Unidos.

−¿Puede hablarnos más del libro y el taller?

−Lo que hice fue utilizar La niña del mar y otras historias, que es publicación de Conaculta para crear también el taller. La historia trata acerca de un niño que se encuentra con una pequeña niña en el mar, y a la que acompañan un cangrejo, un pescado y un pulpo. Yo les contaba la historia a los niños, pero además les explicaba detalles acerca del oficio del ilustrador y del arte de imaginar historias, eso les llamó mucho la atención a los niños. Pero además, como soy artista plástico y hago instalaciones de títeres, aproveché para llevarles unos juguetes tradicionales.

−¿Cree que las ilustraciones, los dibujos son un puente más directo para comunicarse con los niños?

−Sí, a los niños todos les fascinan, creo que las imágenes son la primera manera como uno se acerca al  mundo. Cuando uno es niño es cuando más capta de forma integral lo que está alrededor. Con mi hijo es con quien más he experimentado esto. Ves cómo surge el lenguaje de la nada, cómo las relaciones con las imágenes se va haciendo reales, me gusta mucho verlo y trato de acercarme y ver todo lo que imagina a partir de una imagen.

−¿Cómo se inspira para su trabajo en las ilustraciones? ¿Tiene un cuaderno de bocetos?

−Sí, siempre para distintos proyectos uno tiene que dibujar y dibujar. Para La niña del mar, que era en blanco y negro, usé la tinta china y el pincel, pero tuve que hacer toda una investigación, primero de los materiales, pero además de los animales que aparecen allí,  de los lugares, todo sucede en la costa de Portugal, que no conozco, es decir, ilustrar significa jugar con lo que uno no conoce y lo que sí.

−¿Le gusta más el color o el blanco y negro?

−El dibujo a color  es más lo mío, pero cuanto más personal es el trabajo o más libertad tengo utilizo el collage y diferentes papeles, rugosos. Me encanta dibujar sobre ellos, dar contrastes de texturas, que el dibujo sea lo más suelto posible que no sea como sobado, que no pierda vida, me gusta que tengan la apariencia de apuntes tomados al vuelo. Trato de jugar con mis influencias con dibujos expresionistas y hasta con  caricaturas  o historietas que veía de niño.

−¿Y en sus ilustraciones tiene alguna influencia literaria o de algunos pintores que te gustan?

−Sí, siempre son evidentes, dependiendo de lo que sea, a mí el humor me gusta mucho. Por un lado la cultura popular me interesa, muchos pintores caricaturistas franceses y alemanes de finales del XIX y principios del XX, en México Covarrubias; escultores, Calder, él es mi artista favorito por su actitud respecto al arte, considerando al arte como una extensión del juego.

−¿Tiene algún libro o algún personaje que sea su consentido?

−En general todos los hice por distintas razones. La niña del mar, un personaje de un libro de Alfaguara que se llama Me quiero casar, de Norma Muñoz Ledo, El pizarrón encantado, de Emilio Carballido, y otro que me gusta mucho es un proyecto que hicimos con un historiador, Bernardo Ibarrola, sobre una isla en México y era una historia enloquecida y fantástica, que ayudaba a contar la historia de nuestro país desde otra perspectiva”.

HBL

México,Distrito Federal