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Propuesta creada y dirigida por Jorge Vargas y Christophe Preveille

Se presentó Artículo 13, proyecto teatral que retrata historias de migrantes

19 de octubre de 2014

• Las compañías mexicana Teatro Línea de Sombra y la francesa Carabosse abordan el eje temático de Frontera(s)
• Se trata de ocho escenas donde actores y voluntarios desarrollan acciones performáticas

El artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece: “Toda persona tiene el derecho a circular libremente, a elegir su residencia en el territorio de un Estado y a salir y regresar de cualquier país, incluido el propio”.

Esta es la premisa con la que la compañía mexicana Teatro Línea de Sombra y la francesa Carabosse trabajaron para crear una enorme “instalación habitada” en el Terraplén de la explanada del nuevo acceso a la ciudad de Guanajuato.

En el marco del Festival Internacional Cervantino y bajo uno de los ejes temáticos de la edición 42, Frontera(s), el viernes 17 y sábado 18 se presentó este proyecto de teatro documental en el que las historias de los migrantes fueron las protagonistas.

La experiencia comenzó desde la llegada al lugar de terracería, en medio de la noche y donde el fuego se convierte en un elemento guía para los espectadores que siguen un camino de veladoras hasta llegar a ocho instalaciones.

Se trata de ocho escenas en las que actores y voluntarios desarrollan acciones performáticas apoyados por lámparas de mano, cientos de botes de polietileno, llantas de auto y proyecciones audiovisuales.

“¿Qué es para ti el desierto?”, se lee en un pedazo de cartón, mientras a lo largo del recorrido aparecen otras frases como: “Mañana me regreso”, “Volveré”, “Los sueños son ilegales”, “Cargo la noche en mi cara”.

Una actriz cuenta parte de la historia de Yesenia, una mujer que salió de su natal Honduras en busca del llamado “sueño americano”, pero que no llegó a su destino y está desaparecida desde 2007.

Otros jóvenes abordan el abuso y dolor en “La Bestia”, ese tren que se vuelve la única opción para los centroamericanos que van hacia Estados Unidos, pero también están los periplos de los migrantes africanos, ya sea Aziz, Malick o Bani.

“Cada ser es único. Cada uno somos una piedra y tiene su valor”, asegura uno de los actores franceses, y toma entre sus manos decenas de piedras brillantes y de diversos colores.

Así, desde el Mediterráneo hasta el Pacífico, por mar o por tierra, sus voces generan eco a través de los intérpretes ante un cielo estrellado y un fuerte viento.

De pronto el sonido de lo que parece una explosión anuncia el ascenso de un enorme sol hecho con 400 kilos de carbón que se eleva por encima de este desierto que se percibe apocalíptico con herrería oxidada y botes, algunos vacíos y otros llenos de agua, que representan la vida para una persona que en los hechos camina durante horas bajo temperaturas inclementes.

La propuesta creada y dirigida por Jorge Vargas y Christophe Preveille impactó al público que en silencio observaba y escuchaba los relatos, ante una dolorosa realidad que no por presentarse a manera de ficción resultaba menos triste e impactante.

CGP

México,Distrito Federal