Más de 40 bailarines en escena, 50 músicos, un tenor y una soprano, desbordaron al público del máximo recinto cultural del país, en un reencuentro con la zarzuela a través de sonidos, colores, texturas y movimientos, ofreciendo a los espectadores un recorrido por las expresiones, clásicas y contemporáneas, de esta forma de música teatral, aderezado con un poco de flamenco en el espectáculo España bordada en la memoria y en el corazón.

La noche de este viernes 20 de julio, la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes fue escenario para el festejo de 30 años de trayectoria y del debut en los escenarios de la Compañía de Danza Española Triana, que bajo la dirección de Marcela Peralta Casares, presentó coreografías de zarzuela y flamenco de Carolina Lucio Llano, Cristina Aguirre, Rosa María Navarrete Romero y Marcela Morín Vega.

En el marco de la Temporada de Danza 2018 del Instituto Nacional de Bellas Artes, la agrupación debutó con un programa pensado en México para artistas mexicanos, conformado por tres actos o momentos escénicos, en los que participaron la soprano Enivia Muré y el tenor Héctor Valle, acompañados de la Orquesta Internacional de las Artes, dirigida por James Demster.

El espectáculo fue acompañado por proyecciones de toque minimalista, con las que se fueron creando distintas atmósferas que trasportaron a los presentes a distintos lugares y épocas, a lo largo de la velada musical, en la que destacó la variedad y lo estilizado del vestuario de los ejecutantes, quienes hicieron gala de su pulida técnica, ritmo y sensibilidad.

La fusión de música y baile inició con el acto España bordada, atrapando de inmediato la atención de los espectadores con las interpretaciones de cinco piezas clásicas del género que tuvo su auge en España en el siglo XIX. Durante esta primera parte, el público disfrutó de una perfecta interacción de los bailarines, con el coro y los magníficos solistas,

La compañía fundada por Mary Carmen Valdés Basaguren continuó con su segundo momento escénico, España en la memoria, que se remonta al pasado, reafirmado por elementos minimalistas fáciles de reconocer en la memoria, todo ello enmarcado por una técnica de baile más elevada, que requiere control y dominio de la danza clásica y ejecuciones más complicadas, destacando un dueto con una farruca y dos sevillanas.

España de mi corazón fue la tercera parte del programa, se trata de una propuesta fuerte que cautivó a los asistentes, con una espectacular danza gitana de increíble fuerza interpretativa, una versión de zarzuela aflamencada en la que se integra a la orquesta un ensamble de músicos conformados por cajones, palmas y guitarra.  

Para cerrar la presentación, la compañía de danza, acompañada por la orquesta, los solistas y el coro, ejecutó Jota de la Dolores, una de las piezas más reconocidas de la zarzuela, después de la cual el público aplaudió y ovacionó a gritos a los artistas.

Desde su fundación en 1988, Triana se ha dedicado a promover el conocimiento y la práctica de la danza española en todas sus vertientes, épocas y modismos, desde sus raíces hasta los movimientos más vanguardistas, al tiempo de exaltar los sentimientos humanos frente a una sociedad cada vez más saturada y desgastada.

Información: FAC

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