Apreciar la naturaleza para plasmarla en un lienzo se dice fácil, pero interpretarla, darle luz, colores e incluso vida, son las características que se pueden encontrar en Diálogos de un pic-nic del pintor mexicano Jorge Carral Cuevas.

En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el artista plástico, quien ha experimentado en el grabado, la pintura abstracta y el paisajismo, se adentró en el hiperrealismo para establecer una comunión con la naturaleza y así dar vida a un lienzo de 3.70 metros por 1.90.

Diálogos de un pic-nic (óleo sobre lino) combina eso, “el diálogo que llevamos nosotros los pintores con toda la naturaleza en sus paisajes; platicamos, sentimos lo que las montañas, los hojas, las luces, el río, lo que nos dan fin para un teatro”, indicó el artista quien nació en el Distrito Federal hace 64 años.

Al presentar su obra este miércoles 22 de abril, la cual permanecerá hasta la última semana de mayo en el Club de Industriales, compartió espacio con otros cuatro trabajos suyos: Manglar Tampamachoco, Los guardas, Platanal y El Valle, para acompañar la cañada de un río ubicado en Malinalco, Estado de México.

Jorge Carral Cuevas expresó su gusto y predilección por el paisaje sobre todo de México, aunque también manifestó que su interés es crear conciencia en los espectadores “cuando vean mis cuadros de la belleza que tenemos y lo que debemos cuidar”.

Acompañado del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, Jorge Carral invitó a los asistentes a apreciar los detalles más de cerca de las piedras que bordean el río, así como el haz de luz que ilumina los árboles y las hojas multicolores.

En charla previa, el creador de más de 30 pinturas de mediano y gran formato expresó su admiración por José María Velasco y comentó su simpatía por las obras de los pintores ingleses que se exhiben en el  Museo Nacional de Arte (Landscapes of the mind).

Al referirse a las obras expuestas, entre ellas Diálogos de un pic-nic, señaló que ya tienen dueño, “pero mis amigos, compañeros y conocidos no habían visto esta obra junta”, al tiempo de puntualizar que cada pieza le lleva de tres a seis meses, por lo que ha realizado aproximadamente 30 piezas.


Cómo surgió Diálogos de un pic-nic

Al platicar cómo nació la obra que le llevó un año, rememoró que fue invitado a una cañada en Malinalco, Estado de México, donde se inspiró al sentir que entraba a una catedral gótica.

“Sentí que esos árboles eran los pilares de esas iglesias y los vitrales eran todas esas hojas y colores que se veían; deslumbraban con el cambio del Sol las entradas y salidas del río”.

Asimismo, compartió que tenía que llegar temprano al lugar, “porque la luz de la mañana es diferente a la del mediodía y a la de la tarde. Después de una hora me detuve en un riachuelo y cuando traté de dibujar los primeros bocetos, todo me cambiaba, se me caía la luz, se movía todo”, por lo que decidió mejor observar.

“Las fotografías retratan instantes, para mí lo importante era integrar esas apariciones de luces y personajes, todo es diálogo. Le di simbología a mi alma, quise hacer una transparencia de ese río, pero cuando estuve ahí lo confirmé cuando metí los pies al agua, recordó Jorge Carral Cuevas.


Ellos pueden sentir las hojas: Lupina Luna

Por su parte, la crítica de arte y editora Lupina Lara comentó: “No crean que todos vemos con los ojos con los que ve el artista. Ellos pueden sentir las hojas, pueden sentir el agua a un grado de profundidad envidiable, pueden sentir el viento, ven los colores de una forma exquisita y eso es lo que Jorge Carral capta cuando va a escoger un lugar, ese sitio se vuelve él y él se vuelve parte del lugar”.

En este sentido, precisó que es cuando el artista se decide a tomar una fotografía, a verla, analizarla, estudiarla y a partir de ella crea el espacio en su lienzo, aunque señaló que al crear esa dimensión el pintor pretende “que no sea una dimensión plana como es la fotografía, sino una dimensión profunda, una dimensión llena de vida”.

Creo que si nos detenemos a mirar cada uno de sus cuadros, esa magia se siente cuando casi tocamos las plantas, casi sentimos la humedad  del espacio, se logra con esa virtud del artista”, señaló Lara Elizondo.

Asimismo, señaló que la técnica que emplea Jorge Carral como artista definitivamente está basada como se hizo en la época de Jan Vermeer, al usar la caja negra para hacer acercamientos y análisis de su pintura, porque ese artista sabía qué había encuadrado y analizó diferentes ángulos.

“Esta pintura tiene que ver con la fotografía, pero en este caso lo especial lo hace desde escoger el lugar, ir, adentrarse y sentir, comunicarse con cada uno de los elementos que existen”, refirió.

La obra de Jorge Carral Cuevas ha sido difundida de manera directa, el artista  ha participado en exposiciones individuales y colectivas en la Ciudad de México. Actualmente está presente en varios países: Reino Unido, Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela y Costa Rica.

Para conocer más acerca del artista egresado del Instituto Allende, en San Miguel Allende, Guanajuato, y del Art Center College of Design, en California, puede consultar la página: www.jorgecarral.com

Información: MVG

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