Desde hace dos años, el Centro de Cultura Digital (CCD) trabaja un programa de inclusión con el cual se dan cursos y talleres a poblaciones vulnerables, como son personas con adicciones, migrantes e internos de centros penitenciarios, para que puedan apropiarse de la tecnología, pero de manera crítica y creativa.

En los últimos dos meses este organismo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), junto con el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA), la Junta de Asistencia Privada y la Fundación Jacaranda, ofreció talleres a 110 jóvenes pertenecientes a siete instituciones.

Los beneficiarios, sobre todo jóvenes con problemas de adicciones que se encuentran en albergues de rehabilitación, pero también integrantes de casas-hogar y de la comunidad con problemas de audición, tomaron cursos en temas innovadores, como son stop motion, animación, videoblog, radio por internet, cómic y libro animado.

Los primeros resultados de estos talleres fueron presentados en el Centro de Cultura Digital, ubicado bajo la Estela de Luz, ante la directora de dicho recinto, Grace Quintanilla, y el director del IAPA, Rafael Camacho Solís.

Grace Quintanilla destacó que con este tipo de programas se busca que las personas puedan “apropiarse de las herramientas tecnológicas de manera crítica y creativa; pensamos que es importante que, desde el principio, las personas sepan que las tecnologías tienen un potencial creativo y nos pueden ayudar a hablar de lo que nos preocupa, de lo que somos, de lo que nos interesa, de las cosas buenas y malas”.

Esto cobra particular importancia, dijo, cuando se trata de poblaciones vulnerables, como son personas con problemas de adicción o migrantes, ya que luego de aprender el uso, por ejemplo, de software de edición de video, de manipulación de imágenes o de cómo hacer radio por internet, están en condiciones de crear sus propios contenidos, narrados en primera persona, para que los demás escuchen de viva voz los problemas que enfrentan.

En esta ocasión, integrantes del albergue Vencer Adicciones crearon un programa de radio por internet denominado Radioadictox, donde a ritmo de rap, los jóvenes hablan de su adicción y cómo este problema no sólo está relacionado con las drogas, pues también hay gente adicta al trabajo, a internet y al parecer incluso a la corrupción.

Para impartir estos cursos el CCD contó con la colaboración de la Adobe Foundation, la cual proporciona gratuitamente las licencias de su software para el uso continuo entre esas poblaciones.

La directora del CCD advirtió que lo más importante es que la gente se apropie de la tecnología de manera crítica y creativa, llevarla a los límites para hablar de su propia experiencia, toda vez que tienen algo que decir.

Agregó que esto es de suma importancia, ya que actualmente son los jóvenes quienes inundan la red con sus contenidos, para lo cual deben tener conciencia del valor social, cultural y económico de lo que producen, lo cual habla de ellos como individuos, como parte de un grupo, pero también como país.

En este sentido, destacó Grace Quintanilla, el CCD con estas activaciones sociales se dedica a brindar acceso al conocimiento sobre la tecnología, más que al acceso a la tecnología en sí, pues si la gente se apropia de manera más creativa de ella, habrá contenidos más ricos en la red.

Señaló que desde hace dos años el recinto comenzó a trabajar junto con otras instituciones para impartir este tipo de talleres. Una de las primeras iniciativas fue con la Casa a Medio Camino, del Sistema Penitenciario del DF, en beneficio de las personas que están a punto de salir de los centros de readaptación.

Estos internos, precisó, “vienen una vez al mes a tomar talleres de herramientas básicas; hay gente que desde hace 20 años está en prisión y ahora el mundo es completamente distinto, les enseñamos cosas como buscar una dirección en mapas en Internet, cómo buscar trabajo, abrir una cuenta de redes sociales para entrar en contacto con su familia o hacer llamadas telefónicas vía Skype”.

Estas activaciones sociales también han llegado a otros puntos del país, como es el caso de Tijuana, donde se realizan varios proyectos, uno de ellos de radio por Internet, que ya ha cristalizado en la creación de la estación Zona Norte Radio, donde jóvenes, grupos de transexuales y mamás deportadas, cuyos hijos se quedaron en Estados Unidos, narran sus historias.

Grace Quintanilla indicó que lo más importante es hacer que este tipo de proyectos de cultura y arte digital brinden ciertas habilidades a esas poblaciones para que no sólo sean actividades de entretenimiento, sino que realmente puedan mejorar sus condiciones de vida.

Información: AGB

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