Identificada como una serie vasta de publicaciones que pone en contacto al lector con autores, enfoques y tratamientos muy diferentes, la Colección Biblioteca Mexicana tiene el propósito de ser una ventana abierta al gran público y tratar los grandes temas de la actualidad en México, explicó el historiador Enrique Florescano, coordinador del proyecto.

Esta colección, que en 2017 cumplirá dos décadas de vida, es una coedición entre la Secretaría de Cultura y el Fondo de Cultura Económica (FCE), en la que se reúnen los más recientes avances en diferentes campos del conocimiento desarrollados en el país.

Este proyecto editorial integrado a la fecha por 50 números, desde 1997 ha sumado por lo menos 100 mil ejemplares de 600 especialistas en temas de ciencias, humanidades, cultura y arte. En lo que resta de 2016 presentará tres nuevos títulos: La fiesta mexicana (compuesto de dos volúmenes), Arte para la convivencia y educación para la paz, y Prostitución y lenocinio.

En entrevista, Enrique Florescano recordó que la colección se pensó para cubrir la necesidad de darle al lector libros sobre la situación actual en México, investigaciones realizadas por grandes expertos, académicos y especialistas, en un lenguaje comprensible para los estudiantes y público en general.

“Diría que la Biblioteca Mexicana es una empresa hecha por académicos, profesores, intelectuales, artistas, escritores que provienen de las distintas instituciones del país, realizada para servir a la formación de los nuevos jóvenes, a la nueva camada que pronto va a enfrentarse a la realidad mexicana”, expuso el historiador.

El doctor por la École Pratique des Hautes Études de Francia comentó que los temas presentados tenían que ser los de interés nacional, como los referentes a la educación, los problemas que enfrentan los jóvenes, la situación de las mujeres, el desarrollo urbano de la sociedad mexicana o los ya conocidos pero no abordados desde la perspectiva contemporánea, como la situación política y social de México.

Destacó que la selección de temas son los que de alguna manera afectan o interesan a la sociedad mexicana actual, como lo es la juventud o el oro negro. “Al estudiar sobre el petróleo se aborda su situación e historia, cómo es que llegó a ser un problema lo que antes fue una posibilidad de riqueza y crecimiento para el país”.

Enrique Florescano comentó que al ser temas complejos y amplios, la mayoría de las publicaciones que integran la Biblioteca Mexicana son realizadas de manera colectiva, coordinados por un especialista. “Son temas que no pueden ser tratados por un autor”, apuntó.

Al referirse al trabajo editorial que se realiza en coedición con el FCE, Enrique Florescano señaló que esto asegura una distribución eficaz y la reimpresión de los títulos. “El Fondo de Cultura Económica distribuye los libros en todo el espacio mexicano, en la región latinoamericana y en España, de modo que nuestros libros circulan en el ámbito de la lengua española”.

Trabajo continuo

Actualmente en la Biblioteca Mexicana se estudia y trabaja en la realización de volúmenes sobre temas que se han abordado poco o no se han trabajado y tienen una significación muy fuerte en la realidad social y política nacional.

“Acabamos de armar un libro sobre el sistema carcelario en México, el cual tiene una connotación a veces muy peyorativa y terrible; necesitamos explicar muy bien cómo están las cárceles, cómo funcionan, cuáles son los problemas que enfrentan, cuál es la cantidad y qué tipos de presos hay; algo que nos explique el problema de la criminalidad”, indicó.

Señaló que otro tema no tratado y que considera fundamental es la prostitución, el cual se abordará desde un punto de vista científico, social y cultural; o la economía, los nuevos retos sociales, los educativos, políticos y económicos.

Expuso que cualquier proyecto que tenga por título Biblioteca Mexicana debe abarcar los temas de mayor interés para la sociedad actual y pensar más en los jóvenes en formación que en el público que ya tiene una carrera o profesión.

“A nosotros nos interesa orientar a las nuevas generaciones hacia los distintos problemas que ofrece el país, a fin de que tengan distintas opciones. Damos un panorama general de la situación del país de los últimos 20 o 30 años, donde se ve hacia el futuro para que las nuevas generaciones tengan una base informativa fundamentada para elegir opciones, para contemplar y comprender el país, y ver su futuro”, puntualizó.

Número 51 de la colección

El 20 de septiembre, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, será presentado el libro La fiesta mexicana, número 51 de la colección, coordinado por Enrique Florescano y Bárbara Santana, quien funge como subdirectora de Programas Editoriales de la Dirección General Adjunta de Proyectos Históricos de la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura.

La funcionaria informó que la publicación estará integrada por dos volúmenes, al ser un libro extenso que ofrece un panorama de las fiestas mexicanas más importantes, las cuales fueron clasificadas por tipos. “Presenta las fiestas del ciclo de la vida, religiosas, populares y así nos vamos por todas las regiones del país, para terminar con los nuevos festejos, como el baby shower, las fiestas culturales de libro, además de las nuevas maneras de festejar o cómo han cambiado”.

En total, en los dos volúmenes se podrán leer textos de aproximadamente 20 especialistas y observar cerca de 300 imágenes. “Es un análisis coloquial, no académico, a pesar de ser muy riguroso”, indicó Bárbara Santana.

Posterior a esta presentación se darán a conocer los libros Arte para la convivencia y educación para la paz, coordinado por Lucina Jiménez; y Prostitución y lenocinio, de Fabiola Bailón Vásquez.

Historia

El origen de la Colección Biblioteca Mexicana se remonta a abril de 1995, cuando en reunión encabezada por el titular del entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, se planteó la urgencia de crear una colección que ninguna universidad o editorial hubiese planeado hasta ese momento: una serie que ordenara y difundiera los conocimientos acumulados en México de finales del siglo XX.

Enrique Florescano fungiría como editor responsable de la colección y el Conaculta fue la institución impulsora de la misma, con el propósito de ayudar al estudiante y al investigador a encontrar el dato duro, la argumentación sólida y la explicación de temas que con el tiempo se afianzaron como disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades.

Algunos de los coordinadores y coautores que han participado en la colección han sido: Charles A. Hate, Carlos Monsiváis, Pablo Latapí Sarré, Néstor García Canclini, Marta Lamas, Rita Eder, Víctor M. Toledo, Héctor Aguilar Camín, José Woldenberg, Guillermo de la Peña, Jean Meyer, José Joaquín Blanco, Mauricio Merino, Erika Pani, Ruy Pérez Tamayo, Cristina Rivera Garza, Luis F. Aguilar y José Ramón Cossío.

La primera publicación fue El patrimonio nacional de México I, coordinado por Florescano, en 1997, y el número 50 fue Las redes sociodigitales en México, coordinado por Rosalía Winocur, en 2015.

Información: FSM

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