Las piezas de la exposición Partituras mexicanas ilustradas pertenecen a la colección que reunió Carlos Monsiváis en más de 40 años y que ahora se encuentran bajo custodia del Museo del Estanquillo. La muestra será inaugurada  el 30 de octubre. Incluye más de 100 obras impresas que fueron creadas desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX.

La apertura de esta muestra fue presentada por Beatriz Sánchez Monsiváis, sobrina del escritor; Rafael Barajas, curador junto con Margarita Barajas, y las pianistas Cristina Guillén y Edith Cervantes. Destacaron las partituras son originales y su valor es musical y estético por la elevada calidad de las ilustraciones de sus portadas.

Beatriz Barajas agregó que las 450 piezas dan cuenta de una forma de vida que pocas veces se ha presentado de esta manera, asociada a la música y a compositores pertenecientes a géneros populares o de concierto, entre los que figuran nombres como Miguel Lerdo de Tejada, Manuel M. Ponce, Juventino Rosas, Agustín Lara, María Grever y Gonzalo Curiel, entre muchos otros.

En la parte gráfica de las partituras hay obras de artistas plásticos como José María Villasana, José Guadalupe Posada, Andrés Audiffred y Ernesto García Cabral, cuyas imágenes constituyen uno de los aportes más interesantes de la muestra, pues dan cuenta de una serie de costumbres y de valores sociales prevalecientes durante los periodos históricos mencionados.

“En el siglo XIX se acostumbraba que las partituras se publicaran en periódicos especializados o por entregas particulares, por lo que cada una de ellas era ilustrada de manera intensa por alguno de los autores mencionados. El resultado es que ahora contamos con una serie de imágenes costumbristas que además dan cuenta de los valores sociales que imperaban en la sociedad mexicana y podemos dar seguimiento a la gran influencia que tenían de la Europa de aquellos años.

“Un punto relevante en ese sentido es que la muestra no pretende resaltar los aportes de un compositor en particular ni de un estilo de moda, sino de exaltar la gran riqueza que posee el país en cuanto a este arte se refiere. Buscamos también provocar el interés de investigadores sobre el tema para abrir nuevas líneas de estudio”.

Beatriz Barajas agregó que entre las actividades paralelas se tiene planeado realizar algunas presentaciones como en el siglo XIX, en los salones de los hogares mexicanos, lo cual creará un ambiente de fuerte evocación a esa y le otorgará otra dimensión a la experiencia del visitante a la muestra.

En la sección Aires del bello sexo se incluyen representaciones de lo femenino visto como un etéreo, soñador y virginal, cuyo propósito en el siglo XIX era el de fomentar en las mujeres a asumir ese estereotipo, en particular entre la burguesía, medio en el que debía ser virtuosa y estar dedicada a su hogar, además de tener que renunciar a su sexualidad.

En las imágenes pertenecientes al siglo XIX aparecen personajes de la calle, ahora desconocidos, como el pregonero o la tamalera, cuya presencia ayuda a reforzar el propósito de la composición en turno. Este recurso fue visto en su momento como una manera de crear un sentido claro de lo mexicano, cuya referencia central era lo popular. 

Rafael Barajas señaló que las partituras correspondientes a este periodo hablan también del nacimiento del Estado nación, “de la patria del criollo, del sentir nacional decimonónico existente hasta la fecha, al tiempo de documentar la prolífica creación musical del país, incluida la influencia de los autores europeos, la idealización del papel de la mujer en la clase burguesa”.

Explicó que las partituras ilustradas circularon a la par de las guerras y epidemias que sufrió el país durante el siglo XIX, en cuyo contexto la música e imágenes propuestas fueron empleadas para transmitir valores e ideales implementados desde el ámbito oficial, por políticos, así como por religiosos, sin olvidar la publicidad para comercios o productos de uso cotidiano.

Rafael Barajas destacó que las partituras están disponibles a los investigadores y músicos para impulsar nuevos proyectos, pues se trata de un tema cuyo contenido comienza a penas a difundirse, de gran valor musical e histórico.

“Los grabados que ilustran las partituras hablan de cómo era la vida en el siglo XIX en México, cuyas tradiciones estaban fuertemente influidas por la tradición europea, de ahí que algunos paisajes evoquen lugares de países como Suecia, pero con los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl como protagonistas centrales de la composición plástica. Asimismo, lagunas de las composiciones fueron creadas para acompañar algunos conflictos bélicos o bien para conmemoraciones relevantes y con personajes como Benito Juárez, entre otros.

“De este modo se ofrece al público la oportunidad de conocer la escritura original de compositores relevantes en la tradición musical mexicana, de autores como María Griver cuyas canciones aún están vigentes, así como de otros poco conocidos pero igualmente importantes. Es una colección que Carlos Monsiváis reunió durante 40 años, con su incansable búsqueda de este tipo de materiales, o bien, porque algunos artistas le hicieron llegar sus partituras, pues sabían de su gran interés por ellas. De hecho este proyecto lo desarrolló él mismo antes de su muerte, así que es un trabajo que tiene su impronta y reflexión sobre las tradiciones de México”.

Las partituras ilustradas circularon a pesar de las continuas guerras y epidemias que caracterizaron al siglo XIX mexicano. La música e imágenes de éstas sirvieron para transmitir valores e ideales oficiales tanto políticos como religiosos y también para hacer publicidad de comercios o productos.

Aires del bello sexo permanecerá abierta en el Museo del Estanquillo durante los próximos seis meses, tiempo durante el cual se ofrecerá al público un amplio programa de actividades, que incluyen conciertos con invitados como el ensamble chiapaneco Meliphone, así como conferencias a cargo de investigadores de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim).

Información: JRA

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