Matilde, obra operística que se contextualiza en la lucha de independencia de México, fue creada en 1910 por el compositor, director de orquesta, violinista y científico Julián Carrillo Trujillo (Ahualulco, San Luis Potosí, 28 de enero, 1875 – Ciudad de México, 9 de septiembre, 1965), la cual por una serie de eventos y el estallido de la Revolución Mexicana quedó olvidada, hasta su estreno el 30 de septiembre de 2010.

A 50 años de la partida del compositor mexicano, en la Fonoteca Nacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se realizan las Jornadas Universitarias Julián Carrillo, una serie de actividades artísticas y académicas en homenaje al creador del Sonido 13.

La actividad inaugural corrió a cargo del teórico musical Alejandro L. Madrid, quien impartió la conferencia Transfiguraciones nacionales y posnacionales en la ópera Matilde, en la que analizó los procesos de composición e interpretación de la obra.

En primer momento el especialista comentó que la ópera Matilde es una obra atípica al no estrenarse en el momento de ser compuesta (1910) y ser estrenada más de 100 años después, en septiembre de 2010, por lo que planteó cómo entender el significado de una ópera que interpela al público “momentos tan separados de la historia”.

Indicó que el “meollo” de Matilde, obra que narra el amor pasional e imposible entre Matilde, de origen español e hija de un capitán del ejército, y León, un simpatizante independentista; se encuentra en la producción de significados y la resignificación de valores nacionalistas que la música refleja y revela.

“La ópera fue presentada por Julián Carrillo como alegoría de la lucha simbólica que los mexicanos tuvieron que vivir para que México naciera como nación independiente”.

El musicólogo comentó que la ópera Matilde fue pensada como un momento importante en la solidificación de la mitología liberal de México de principios del siglo XX, pero que el inicio de la Revolución Mexicana en 1910 puso fin a estos esfuerzos.

Expuso que en 1909, después de un acalorado debate de tener una ópera mexicana para la celebración del centenario de la Independencia y la percepción generalizada del medio musical de que no había ningún  compositor mexicano que tuviera la competencia para hacerse cargo del proyecto, Julián Carrillo, figura clave en la escena musical mexicana a finales de la primera década del siglo XX, aceptó el cargo de componer Matilde.

“Carrillo compuso su ópera para presentarla a la audiencia mexicana en un momento en que el ideario positivista liberal de modernidad y progreso del régimen porfiriano daba un significado especifico de la fantasía de la mexicanidad, pero el interés en la obra disminuyó por el contexto convulso de México en aquellos años”, indicó.

Afirmó que Matilde, que bien podría ser un símbolo del México prerrevolucionario, es una ópera en cuatro actos escrita en verso apegada al verismo italiano en boga a principios del siglo XX. “Es una mezcla curiosa de verismo, a través de los oídos de un wagneriano y pronunciado con el acento de un modernista”.

Manifestó que la manera como el compositor mexicano buscó interpelar a su audiencia fue con tres motivos: el del amor, el odio y la advertencia. “Estos motivos son los que aparecen más frecuentemente a lo largo de la ópera, el odio, por ejemplo, es representado con don Juan, quien no quiere a León y con ello se muestra el antagonismo entre insurgentes y españoles”.

Agregó que la ópera tiene como propósito teleológico el Estado-nación de 1910, por lo que de alguna manera es resultado de “un tipo de nostalgia reflexiva que crea al pasado de acuerdo con el presente.

Matilde debió ser parte de la celebración del imaginario liberal del Estado-nación de 1910, de esa manera la opera pretendía ser una festividad que miraba al pasado, y una herramienta para solidificación de los símbolos del Estado-nación. Fue una configuración afirmativa de que era el país que los patriotas soñaban en 1810 y una hermosísima patria que el régimen de Porfirio Díaz tenía en 1910”.

El especialista, quien también se refirió a lo que fue el estreno de la ópera en el Teatro del Centro Cultural Universitario Bicentenario, en San Luis Potosí, bajo la dirección musical de José Miramontes Zapata, puntualizó que Matilde “permitió a las audiencias imaginarse el pasado, presente y futuro y abrió la puerta para examinar como la patria mexicana puede ser imaginada”.

Programa musical

Después de la conferencia, en la Sala Murray Schafer de la casa de los sonidos se interpretó el Concierto para guitarra en semitonos, cuartos y tercios de tono Julián Carrillo y sus contemporáneos.

En esta presentación el guitarrista Mario Hurtado interpretó tres obras de Julián Carrillo: Estudio 1 para guitarra de cuartos de tono (1931), Preludio para guitarra de tercios de tono (1932), las cuales fueron escritas en el sistema numérico creado por el homenajeado; y los Preludios I y II para guitarra Carrillo (1955), escritos en notación tradicional para guitarra en semitonos, presentan una sucesión de escalas en tonos enteros, así como obras de Fernande Peyrot, Alois Hába, Hans W. Henze y Frederic Mompou.

Al ejecutar las piezas de Julián Carrillo, el joven músico mostró a los presentes diapasones en cuarto y tercio de tono, los cuales diseñó junto con el laudero Salvador Soto para intercambiarlos en un instrumento.  “Esto es un experimento, es más práctico salir de viaje y llevar sólo una guitarra, con la idea principal de tocar la música de Julián Carrillo”, indicó.

Con este programa se propuso un acercamiento a distintos lenguajes musicales utilizados en la literatura guitarrística entre 1930 y 1962, poniendo así en perspectiva la estética que se deriva de la obra de Julián Carrillo.

Las Jornadas Universitarias Julián Carrillo, organizadas por el Programa de Maestría y Doctorado en Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, en colaboración con la Fonoteca Nacional del Conaculta, la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí y el Centro Nacional de Documentación e Investigación Musical Carlos Chávez (CENIDIM), continuarán el 5 y 6 de junio.

La Fonoteca Nacional se ubica en Francisco Sosa 383, Santa Catarina, en Coyoacán. Entrada libre. Para consulta de información y actividades visite: www.fonotecanacional.gob.mx.

Información: DAF

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