Un recital de piano con piezas de Beethoven, Liszt y Schubert, a cargo de José Luis Castillo, y la impartición de dos conferencias por parte de Begoña Lolo y Rosario Álvarez, fueron las actividades realizadas en la primera de dos jornadas de la Capilla Nivariense en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

La agrupación de Tenerife, España, conformada desde 1999 por músicos y especialistas en interpretación histórica con instrumentos de la época, se encuentra de gira llevando su concierto In Festis Beatae Mariae Virginis, con el que rinden homenaje al compositor Alonso Lobo en el cuarto centenario de su fallecimiento.

En el evento, a efectuarse la noche de 22 de junio en el auditorio Blas Galindo del Cenart, se interpretarán obras marianas del propio Lobo, así como de los compositores Francisco Guerrero, Hernando Franco, Tomás Luis de Victoria y Carlos Patiño. Contará con la participación de once músicos, con la dirección de Nacho Rodríguez.

Las actividades de la Capilla Nivariense iniciaron la tarde del 21 de junio, en el Aula Magna José Vasconcelos, con la conferencia “Las relaciones entre El Quijote y la Música”ofrecida por la doctora Begoña Lolo, catedrática de Historia de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid.

La académica española se refirió a la utilización de la obra El Quijote y de la obra cervantina general como un tema de inspiración a lo largo de la historia en todos los países y en toda la tipología de repertorios.

“El Quijote es una obra plagada continuamente de referencias a la música, a las salsas que se realizaban en el reino de España, los romances, a los instrumentos y la parte organológica, a términos técnicos propiamente de música que se van a hilar a lo largo de la novela, y un aspecto que ha pasado desapercibido pero que es muy interesante, la ambientación sonora”.

Comentó que en la novela, respecto a la música, hay dos aspectos a destacar, el Cervantes catalizador de la música que se está fusionando y generando alrededor, y el Cervantes que es capaz de representar la música en dos ambientes muy diferentes, el popular y culto-cortesano.

Por su parte, la doctora Rosario Álvarez dictó la conferencia “La función de la música en el arte religioso iberoamericano del periodo virreinal”, en la que expuso que para su materia de estudio elaboró un método para estudiar y trabajar la iconografía musical, fuente esencial para conocer el papel que la música tuvo en la sociedad colonial de todos los países iberoamericanos, sobre todo para el estudio de los instrumentos musicales.

La catedrática de la Universidad de Tenerife comentó que la iconografía musical en Iberoamérica encierra una gran riqueza y variedad de imágenes, que muestran múltiples facetas de la música religiosa y profana, culta y popular, vocal e instrumental a la que se suma la vistosidad de la danza.

Además, dijo, en ella está representados instrumentos y escenas de la vida musical indígena, mestiza, criolla y europea, lo que da una idea del amplio abanico que comprende su manifestación.

“En este periodo de tres siglos, en el que se incluye obra renacentista, manierista y sobre toda barroca, nos vamos a encontrar con muchísimos instrumentos representados en todas las manifestaciones plásticas del Nuevo mundo: escultura y relieve, orfebrería, cerámica, pintura y miniatura, textiles”, indicó.

Las actividades del miércoles de la Capilla Nivariense concluyeron en el auditorio Blas Galindo con el concierto Der Wanderer. Entre la luz y la oscuridad, por parte del pianista José Luis Castillo, quien interpretó dos piezas del compositor alemán Ludwig van Beethoven: Sonata n. º 31 en la bemol mayor y la Sonata n.º 32 en do menor.

También interpretó composiciones del Húngaro Franz Liszt: Año de Peregrinación II: Aprés une lecture du Dante, mejor conocida como Dante sonata, además de las piezas Ständchen (Serenata), El canto del cisne y Der Doppelgänger (El doble), del compositor austriaco Franz Schubert (1797-1828).

En el programa de mano del concierto a efectuarse hoy se lee que se trata de un performance musical del Barroco iberoamericano en torno a las grandes fiestas mariológicas que presenta la Capilla Nivariense, como homenaje por el 350 aniversario del fallecimiento del Santo Hermano Pedro y 400 años de la muerte del compositor Lobo.

Se pondrá en escena una versión politímbrica de obras polifónicas del tardío Renacimiento y policorales del temprano Barroco iberoamericano, amparada en la praxis barroca con voces, ministriles e instrumentos de continuo como el arpa de doble orden hispánica, el clavicémbalo y el bordón portátil.

La Capilla Nivariense concluirá su breve gira en la Antigua Guatemala, en la Iglesia de San Francisco el Grande, donde presentará este mismo concierto el sábado 24 de junio.

Comprometida con los últimos descubrimientos musicológicos, la Capilla Nivariense pone en escena los universos sonoros del creador y su tiempo desde la plataforma tricontinental que conforman el archipiélago ibérico, América y Europa, desde el siglo XV.

Fue creada para el fomento, divulgación y normalización de las programaciones de música del Renacimiento y del Barroco iberoamericano, con proyectos de interconexión.

El Centro Nacional de las Artes se ubica en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan, colonia Country Club. La entrada al concierto es gratuita. Público a partir de 8 años.

Más información en http://www.cenart.gob.mx/eventos/capilla-nivariense-2/.

Información: DAF

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