La colección, conformada por 27 obras y una escultura, se encuentra dividida en tres espacios. Este acervo permanente está basado en la colección privada del artista, algunos cuadros que ha ido rescatando y otros tantos conservados a través del tiempo y que son los más representativos de cada época del autor. En su recorrido, el público visitante podrá distinguir varias facetas de la carrera de Santiago Carbonell, iniciando por un espacio con obras religiosas, otro con algunos desnudos –faceta por la que más se le reconoce a nivel internacional– y finalmente rostros de hombres y mujeres de distintas nacionalidades.