* Un divertimento escénico sin palabras que fusiona clown, artes circenses y música en vivo.

En su eterno andar, dos clowns vagabundos Yap y Chaz, se encuentran con botes de basura en los que descubren sacos y sombreros en mejores condiciones que los harapos que llevan puestos, pero también un mágico silbato que al momento de accionar los lleva a una pista de circo llena de magia, luces y color.

El telón sube y baja en la casi hora y media que dura la puesta para dar paso a las presentaciones circenses, pero también, para que los payasos muestren rutinas en el género clown, en la que el público participa activamente, ya sea para contar, gritar, subir al escenario para brincar la cuerda, lanzar sombreros o simplemente sostener utilería.