El gobierno del presidente Venustiano Carranza apoyó a la colonia francesa de la Ciudad de México para conmemorar la toma de la Bastilla, ocurrida el 14 de julio de 1789, que marcó el inicio de la Revolución Francesa.

En el Tívoli del Eliseo se llevó a cabo una kermés, donde convivieron franceses y mexicanos. El presidente envió una carta de felicitación a su homólogo francés, Raymond Poincaré, en la que le deseó: “las más cordiales y entusiastas felicitaciones del pueblo y el gobierno de México […] Os ruego aceptar mis mejores votos por el bienestar de Francia y los más sinceros homenajes para la Francia revolucionaria que dejó tan precioso legado a las modernas democracias y a todas las naciones civilizadas”.