En la época colonial el placer, la elección de pareja y la libertad de ejercer tu sexualidad no eran más que palabras vacías y conceptos irreales, ya que la iglesia católica tenía bajo su control cada movimiento y decisión que tomara el pueblo.

Dentro de los confesionarios, las personas eran asesoradas y aconsejadas por sacerdotes, quienes les indicaban qué estaba permitido y qué no en una relación personal o sexual.

Expertos en historia y documentos que respaldan sus investigaciones, destapan la realidad respecto a la sexualidad que se vivía en México durante aquellos años, en los que las relaciones sexuales solo debían ser con fines reproductivos.