MÉRIDA

YUCATÁN




Mérida, también conocida como La Ciudad Blanca por el uso de la piedra caliza en sus construcciones, es la capital del estado de Yucatán. Fue fundada el 6 de enero de 1542 por el teniente Gobernador Francisco de Montejo sobre las ruinas de la civilización Maya Itzá y T-hó, que para ese entonces ya habían abandonado el lugar, por lo que el asentamiento fue pacífico. La magnificencia de dichos vestigios, aunado al estado en que se encontraban, trajeron a la memoria de los conquistadores los restos de la Mérida romana de su patria, de ahí que el territorio recibiera ese nombre.

De la destrucción de las cinco pirámides que conformaban la antigua ciudad maya, surgieron la catedral y otros edificios principales de este asentamiento novohispano. Entre sus maravillas se cuenta el segundo centro histórico más grande de México y algunas puertas que aún se conservan y son parte de la muralla original que rodeaba la ciudad para protegerla de bandidos, piratas y corsarios que constantemente acechaban la región.

En la actualidad es muy fácil llegar a la ciudad de Mérida por la gran infraestructura carretera y de comunicación con la que cuenta; sin embargo, la lejanía con la Capital del país, entre otros aspectos geográficos, dieron a Mérida, a través de la historia, una cultura basta y particular, que, aunque comparte mucho con otras regiones de México, también es originalísima en ciertos aspectos. Un ejemplo de esto puede ser el idioma, el español yucateco es diferente al de todo México: su sonido, así como su léxico, lo dotan de una musicalidad y una riqueza expresiva exquisita.

En Mérida se puede encontrar desde una rica diversidad de artesanía, entre la cual sobresale en trabajo textil en hamacas y ropa, hasta delicias culinarias sin comparación como la sopa de lima, los panuchos, el salbute o la cochinita pibil. El paisaje urbano, una mezcla de arquitectura colonial y decimonónica con detalles que recuerdan la cultura maya, es digno de admirar. Cerca de la ciudad hay una gran cantidad de atractivos naturales como playas, cenotes o franjas de selva que el viajero puede conocer y visitar, así como zonas arqueológicas de una belleza inigualable.

Mérida tiene actividades culturales todo el año y su vida diurna y nocturna, con gente amable y hospitalaria, hacen de este tesoro mexicano un espacio ideal para el turismo.