7654132
       
CLIMA / CÓMO LLEGAR / CONTACTOS
 
 
CAPILLA DE LA CANDELARIA
Terminada en 1786. Los tonos pastel parecen señalar el colorido que habría de caracterizar los exteriores de toda la ciudad.
 
 
           
 
PARROQUIA DE SAN CRISTÓBAL
Data de 1849. Posee un retablo principal labrado en madera que resguarda en el centro una imagen de la Virgen de Guadalupe. Junto al altar hay una capilla que luce también un impecable retablo de madera con la imagen de Jesucristo.
   
 
     
 
TEMPLO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Esta iglesia, conocida como “San Miguelito”, es la más antigua de Tlacotalpan. Se empezó a construir en 1785, y fue inaugurada en 1800. Es un ejemplo único de la arquitectura del lugar, que combina el estilo neoclásico con su cubierta de madera y la teja de barro.
   
 
     
 
PALACIO MUNICIPAL
Se construyó en 1890, un año después de la parcelación (subdivisión de predios). A partir de entonces se edificaron muchas de las casas más antiguas que configuran el estilo arquitectónico que hoy tiene Tlacotalpan.
 
 
 
     
 
MUSEO COLONIAL SALVADOR FERRANDO
Esta casa, propiedad del pintor tlacotalpeño, alberga una colección importante de su obra, donde plasma a la gente y paisajes típicos de la localidad. También exhibe algunos objetos y antigüedades coloniales.
 
 
     
 
CASA DE LA CULTURA AGUSTÍN LARA
Expresión del arte jarocho, cuenta con un ballet y una exposición permanente de trofeos, recortes de periódicos y fotografías del músico y poeta, Agustín Lara, del conocido Salvador Ferrando y de Alberto Fuster, así como una exposición de pintores de la nueva generación como el joven Eric Arana. Además, presenta una exposición de cerámica y un taller de artesanías de carrizo sobre madera. Hay otro sitio curioso a pocos pasos del Palacio Municipal: el bar-museo de Tobías Carbajal Rivera, amigo de Agustín Lara, donde se exhiben objetos personales del cantautor.
 
TEATRO NETZAHUALCÓYOTL
Data de finales del siglo XIX. En su escenario se presentaron grandes óperas y zarzuelas provenientes de Europa que se dirigían a la ciudad de México y que pasaban por el rumbo, lo cual lo convertía en un foro de vanguardia. Con el movimiento revolucionario iniciado en 1910 terminó aquella glamorosa época. Luego llegó el cinematógrafo, que lo convirtió en sala de cine para después perder paulatinamente su función hasta llegar a ser arena de box, bodega y cárcel municipal. Hoy día ha recobrado su esplendor y dignidad lo cual lo convierte en un espacio artístico y se suma a los edificios patrimoniales que han convertido a Tlacotalpan en una ciudad con características únicas.