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Primer Aniversario Luctuoso este 13 de abril

Con el encuentro Larga noche por Günter Grass recordarán al autor en Alemania

12 de abril de 2016

  • En el marco de su primer aniversario luctuoso la Günter Grass-Haus exhibe muestra pinturas, dibujos y esculturas creadas por el Premio Nobel de Literatura 1999
  • Se calcula circulan en el mundo 40 millones de copias de sus obras

El escritor, diseñador y dibujante Günter Grass (Gdansk -ahora Polonia-, Ciudad Libre de Danzig, 16 de octubre, 1927 - Lübeck, Alemania, 13 de abril, 2015) nunca eligió entre las artes plásticas y la escritura.

Desde niño hizo ambas cosas, pintó y escribió sus primeros poemas sin tener una idea concreta. A los 13 años desempeñó un oficio relacionado con las artes, comenzó como escultor aunque también escribía y así continuó, utilizó ambas disciplinas y a veces, decía, se encontraban y se enriquecían.

“Para mí las dos actividades son importantes y complementarias, se ha desarrollado de tal manera que la literatura ha atraído más la atención, por esa razón me da gusto que mi labor plástica haya quedado en la sombra de la literatura y no atrajera la atención, sin embrago muchos manuscritos iniciaron en un dibujo y pasan a la escritura o viceversa”, manifestó en alguna de sus entrevistas el Premio Nobel de Literatura 1999, quien este 13 de abril, en su primer aniversario luctuoso, será recordado en su natal Alemania.

Será la Günter Grass-Haus, una casa museo abierta en vida por el también poeta en la ciudad hanseática de Lübeck, donde se recordará con el encuentro Langen Nacht für Günter Grass (Larga noche por Günter Grass).

En el acto, Andreas Hutzel, Hanjo Kesting, Karin Kiwus, Jörg-Dieter Kogel, Martin Kölbel, Gerhard Köpf, Benjamin Lebert, Christof Siemes, Maria Sommer y otros destacados conocedores de la obra del novelista hablarán de las diferentes facetas, obra y personalidad del considerado más importante escritor en lengua alemana de la posguerra y un referente político en el país germano.

Este recinto ha recibido, a partir de la muerte del autor de El tambor de hojalata, a cientos de visitantes, el cementerio local de Behlendorf, donde está sepultado Grass, mucha gente visita su tumba y coloca flores; mientras que la demanda de sus libros en Alemania ha aumentado considerablemente en el último año, y se calcula la circulación global de sus títulos actualmente está en alrededor de 40 millones.

Además de tener una noche de homenaje al dramaturgo, en la Günter Grass-Haus ubicada en la calle Glockengießerstraße No. 21 exhibe la exposición Don't fence me in. Frühe Bilder von Günter Grass, (No me encierre. Obra temprana de Günter Grass) la cual presenta entre pinturas, acuarelas y esculturas, mismas que se creían perdidas.

Desde la apertura de la muestra (31 de marzo) y hasta el 23 de octubre, los visitantes al museo podrán también ver documentos, como sus primeros poemas no publicados, extractos de los manuscritos de sus obras El tambor de hojalata, Pelando la cebolla y Sobre lo finito; es así que la Günter Grass-Haus muestra en el marco de este primer aniversario luctuoso las disciplinas que a lo largo de su vida desempeñó el autor del ensayo Escribir después de Auschwitz.

Günter Grass decía que se debía agradecer al idioma alemán de Goethe el concepto poesía de circunstancia. “Un momento determinado de la vida puede desembocar en un poema yo sigo ese concepto, mi lirica es pragmática, no he escrito poemas experimentales, lo que ocurre a veces es que la lírica es el recurso apropiado”.

El autor expresaba que un escritor no conoce jubilación ni edad para retirarse, pero que había autores que a determinada edad repetían lo ya dicho. “Yo desearía amigos que me dieran un golpecito en la espalada y me dijeran ya basta, sigue dibujando ya no escribas”.

El también dramaturgo estudió en la Academia de Arte de Düsseldorf en 1945, además de novela y poesía escribió cuentos  y obras de teatro. Entre sus obras conocidas están El rodaballo (1977), En el cuarto trasero (1982), Un vasto campo (1995), Últimas danzas, novela que publicó en 2003.

Günter Grass, alcanzó el éxito mundial con su primera novela, El tambor de hojalata, publicada en 1959, y cuatro décadas más tarde logró el primer Premio Nobel de Literatura en 27 años para un autor alemán —antes lo había obtenido Heinrich Böll— por “haber dibujado la cara olvidada de la historia con vivas fábulas negras”, según el jurado de la Academia Sueca. Ese mismo año, 1999, recibiría el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Su vida estuvo ligada a los acontecimientos que sacudieron Alemania durante el siglo XX. Su obra El tambor de hojalata recibió tantos elogios como críticas de aquellos que veían en el libro un espejo demasiado real y descarnado del surgimiento del nazismo y de la guerra.

Otras de sus obras destacadas fueron El gato y el ratón y Años de perro, que junto con El tambor de hojalata constituyen la denominada Trilogía de Danzig; Mi siglo, una recopilación de sus reflexiones sobre cada uno de los años del siglo XX, incluida una sobre el bombardeo nazi de Gernika en la Guerra Civil, y ensayos políticos como Alemania: una unificación insensata.

Su madre fue Helena Grass (1898-1954), figura vital en la vida y en la obra del autor, tanto que su muerte dio origen a El tambor de hojalata, también a ella debió el escritor su atracción por el dibujo, algo que hizo hasta el final de sus días, a la edad de 87 años.

Günter Grass no sólo contó historias únicamente con palabras, también fue reconocido por su obra pictórica, algunos libros él mismo los ilustraba e incursionó en el diseño gráfico. Con su segunda esposa, Ute Grunert, pasó a mediados de los años ochenta algunos meses en la India, experiencia que dejó plasmada en sus trabajos.

Paralelamente a su trayectoria artística, participó en política. En 1955, a los 27 años tomó por primera vez contacto con el Grupo 47. Junto con otros profesionales de las letras, propusieron elaborar el pasado nazi a través de la literatura.

Con la muerte del fumador de pipa y de espeso bigote, amante de la cocina, el buen vino y la familia, especialistas consideran se quedó un vacío cultural al que es difícil encontrar paralelos en la historia de la Alemania moderna tras la guerra.

DAF

México,Distrito Federal