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Philip Glass presentó su libro autobiográfico Palabras sin música

01 de diciembre de 2017

  • El reconocido compositor celebrará en México sus 80 años de vida con dos presentaciones en la Universidad del Claustro de Sor Juana, los días 2 y 5 de diciembre

El músico estadounidense Philip Glass (Baltimore, 1937) aseguró que ante el desorden que existe en el mundo hay una sola cosa que podemos tomar como un medicamento o remedio: nuestras culturas antiguas.

“Son una medicina estupenda que nos puede curar, sanar y debemos de hacer esfuerzos para permitir que continúen”, afirmó uno de los compositores más representativos e influyentes del siglo XX, que presentó su libro autobiográfico Palabras sin música, la noche de este jueves 30 de noviembre en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.

“He viajado a India, África, Australia, he conocido gente, pasaba tiempo con ella y siempre estaba con la música. Lo que quería hacer era tomar el ethos, el corazón de la cultura y absorber todo lo que pudiera para hacerlo propio. Sólo tengo una vida para hacer las cosas e iba a hacer todo lo posible”.

Aunque reconoció que en su propio país y en muchos otros existe muy poca valoración para las raíces culturales, Glass dijo sentirse afortunado de estar conectado en las últimas décadas con México, su historia y su cultura, que se refleja en propuestas como El espíritu de la Tierra, donde colabora con músicos wixárikas.

“Una de las cosas estupendas de trabajar con las personas que siguen vivas y son parte de la tradición antigua como es el caso del pueblo wixárika es que podemos escuchar las palabras, ya sea traducidas, que son hermosas”.

Es justo con este proyecto musical que el artista celebrará 80 años de vida con dos presentaciones en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana, los días 2 y 5 de diciembre.

Los festejos continuarán en 2018, los días 11 y 13 de mayo, cuando la Orquesta Sinfónica Nacional interprete por primera vez en nuestro país su creación titulada  Sinfonía Tolteca.

“Lo que parece importante ahora es el redescubrimiento de la cultura profunda de los pueblos indígenas no sólo en México, sino también en otras regiones como África, Australia y lugares de Sudamérica”.

Para dar a conocer el título publicado por Ediciones Malpaso, Philip Glass estuvo acompañado del director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit, el antropólogo Víctor Sánchez, el politólogo Jesús Silva-Herzog Márquez y el editor en jefe de la sección de Cultura del periódico La Jornada Pablo Espinosa.

“El libro nos abre la oportunidad de escuchar las dos historias: la del compositor que ha dejado una huella en la música del siglo XX, pero también la del ser humano que se fue a los rincones más remotos del mundo a encontrar alimento para su espíritu”, aseguró el antropólogo Víctor Sánchez.

Consideró que Glass desarrolló su universo musical y se dio a la tarea de encontrar a una audiencia en tiempos en que era una música innovadora y difícil de aceptar, que fue calificada como minimalista, término que actualmente no es del agrado del compositor estadounidense.

De acuerdo con el politólogo Jesús Silva-Herzog Márquez, la publicación no representa una memoria de un músico que quisiera ostentar su genio o recordarnos su innovación y su gran aporte a la música contemporánea.

“En esta inmersión cultural y búsqueda espiritual aparece una advertencia de que la música puede ser la mejor herramienta para desafiar esta tiranía de las separaciones, esta dictadura que nos hace vivir en recipientes separados”.

Destacó que se trata de un libro de un hombre sabio que recuenta su vida no con el sentido disciplinario de una lección, sino con el sentido de una parábola.

Para el historiador Antonio Saborit, Palabras sin música es una bitácora esencial es un viaje a través de varias décadas de la vida de Philip Glass y cómo ha ido topándose con sus temas, su sonido y ritmo.

“En ese viaje destaca lo que ha cambiado de cuando era un aprendiz de brujo a estos días. Hace dos o tres apuntes que me parecen relevantes: el primero de ellos tiene que ver con las enseñanzas de Nadia Boulanger; la amplitud del canon al que eran expuestos los alumnos de música; la etnomusicología que no existía y ahora es una parte esencial de la formación de los músicos y los cambios en la manera de componer”.

Por su parte, el periodista Pablo Espinosa expresó que el libro nos enseña a cómo pensar música y nos dota de un lenguaje más allá de las palabras en una conversación amena.

CGP

México,Distrito Federal