Hace muchos años vivía un rey que gastaba la fortuna del país comprando telas para hacer sus trajes. Siempre que alguien preguntaba por él, recibía la misma respuesta: Nuestro emperador...¡Está en el probador! Un día llegaron dos tunantes que decían hacer una tela mágica, invisible para todos aquellos que fuesen tontos, ine ptos o ladrones.
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