Se trata de una colección realizada por el artista plástico nacido en Aguascalientes, y que se conforma por poco más de 20 piezas de diferente formato, logradas con técnicas diversas.
Jesús Palacios desarrolla sus propias ideas sobre la condición humana frente a los avances de la tecnología, así como sobre la abstracción de conceptos de la religión, la magia, la espiritualidad en el arte. En este caso, la abstracción puede ser su propio mundo, el antídoto al tiempo vertiginoso en el que vivimos.
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