Presentada por su bisnieta, Bárbara Lázara, esta puesta en escena se desarrolla en dos partes: la primera se centra en la investigación histórica y de archivo que propone una relectura del legado de Olivia Zúñiga; la segunda involucra una videoinstalación que se vincula con prácticas de alteridad espiritual, como una invocación que media entre mundos y fusiona a ambas artistas en un mismo tiempo, mediante un personaje dramático que porta una pistola, dispara a capelos, pero también sangra y reaparece en los desarrollos inmobiliarios que existen actualmente en la tierra natal del General Zúñiga.
Horarios y preciosEl Instituto Sudcaliforniano de Cultura a través del Teatro de la Ciudad, convoca a todos los realizadores audi...