Lucía cambia de residencia constantemente por el trabajo de sus padres. En su nuevo vecindario conoce a Manuel, quien rápidamente se convierte en su amigo y compañero de juegos. Un día, los papás de Lucía le dan un regalo misterioso: una curiosa mascota a la que deciden nombrar “Dios” y que pronto se vuelve el centro de amistad entre los dos pequeños. A ellos no les preocupa el nombre de Dios, pero no entienden el poder que esa palabra tiene sobre sus padres ni por qué causa tantos problemas a los adultos. ¿Qué es dios? ¿Por qué existen tantos y tan distintos? ¿Por qué una mascota no puede llamarse Dios? Y, todo esto, ¿qué tiene que ver con su amistad?
Horarios y preciosEl Instituto Sudcaliforniano de Cultura a través del Teatro de la Ciudad, convoca a todos los realizadores audi...