Titi, Titina, Titinita o el verano de la mariposa

Titi hace un lindo vestido para el aniversario de bodas de Lola. ¿Alguna vez será ella la que pueda usar aquellos vestidos? Titina se ha quedado encerrada, intocable, muriéndose virgen sin saber que es virgen. Titinita, de igual preparación para el triunfo y a pesar de todo irremediablemente esperando la oportunidad hasta la aparición del letargo. Ernestina le ha pedido a Dios una única cosa; no sentirse pequeña ni humillada, y hoy ha sido escuchada. Titina nos confronta con los deseos frustrados, la envidia y el anhelo de poder vivir, aunque sea por un breve momento, de manera diferente.