A Víctor Hugo Rascón Banda le sobrevive el teatro: Luis de Tavira


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Comunicado Núm. 1456

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***La Compañía Nacional de Teatro rindió homenaje al dramaturgo mexicano a un año de su fallecimiento

La dramaturgia de Víctor Hugo Rascón Banda fue siempre experimento, su virtud consistió en indagar y perseguir la pista de esas sustancias peligrosas que subyacen ocultas detrás de la historia oficial, de los expedientes cerrados, las cosas juzgadas y la amnesia.

          Así se expresó Luis de Tavira al presidir el homenaje que la Compañía Nacional de Teatro rindió al dramaturgo y promotor cultural a un año de su fallecimiento.

          Sobre su entrañable amigo, nacido en la comunidad de Uruáchic, Chihuahua, en 1948, Luis de Tavira, acompañado de Carlos Montemayor, Vicente Quirarte y Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general del Instituto Nacional de Bellas Artes, así como la actriz María Bonilla, dijo que hacer teatro es la forma más alta de la amistad humana y esa amistad es la forma mas sabia y perfecta de nuestra sociedad.

          “Extrañamos a Víctor Hugo como sólo puede extrañarse al amigo imperceptible, según el sentimiento con el que supo definir Brecht a sus estimados camaradas de la lucha teatral. Hoy sus amigos nos decimos que seguir haciendo teatro será la forma más digna de seguir recordándolo”.

          Durante el homenaje fue inaugurada la exposición fotográfica In memoriam de José Jorge Carreón que reúne imágenes de los montajes de las obras de Rascón Banda entre 1993 y 2008.

          Por su parte las actrices Rosenda Montero, Julieta Egurrola, Angelina Peláez, Luisa Huertas, Adriana Roel, Emma Dib y Dana Aguilar, presentaron los fragmentos escénicos de la obras Voces en el umbral, Desazón, Mujeres que beben vodka, Ahora y en la hora, así como Los niños de Morelia, en la que también participaron Israel Martínez y Hugo Peña.

          De Tavira afirmó que no hay amistades más profundas y perfectas como la que mantuvo con Víctor Hugo Rascón Banda, que se fundan al fragor de la escena y en la batalla incesante para que el teatro continúe entre nosotros.

          “Porque sólo así existirá México, como lo dijo Usigli, hasta que aparezca la alta dimensión del teatro. Recordamos la ausencia de Víctor Hugo Rascón Banda mientras transcurren tiempos aciagos y nos urge recuperar la audacia y el aliento que siempre levantó su voz teniendo siempre como prioridad a la cultura”.

          Dijo que ante la crisis económica por la que atraviesa el país y el resto del mundo, hace falta la lucidez que alcanzó Rascón Banda en la defensa de los intereses culturales y en la denuncia de la legitimación del latrocinio.

          “Hoy como nunca el proyecto nacional depende de la continuidad de la cultura y de sus frutos. La tarea de la cultura es la construcción de la conciencia, su afán incansable traza la conversación que nos sostiene y nos responsabiliza”

          En este sentido dijo que mantener presente el legado teatral de Víctor Hugo Rascón Banda es una conversación necesaria con la identidad de nuestro país, con esos escenarios que construyó para mostrar nuestra realidad.

          “Si he dicho que su amistad fue indispensable, ahora diré que su teatro fue necesario. La crisis de lo humano y lo mexicano evocan la necesidad del teatro entre nosotros como un mensajero que porta el lenguaje necesario para cada persona, pero que no puede realizar su entrega sino en la inminencia del instante presente y la comparecencia física”.

          Afirmó que el teatro de este dramaturgo testimonia el misterio y transmite lo invisible de nuestra sociedad, de ahí la necesidad de mantenerlo siempre vigente.

          “Confiar el evangelio al ángel será confiar la sed de la palabra al teatro, como si el ángel a su vez confiara el destino de su secreto a la discreción del gesto humano, aquel fulgor que precede a la palabra en el escenario”.

          Poco antes de la proyección del video documental La eternidad de lo inmediato, en homenaje al dramaturgo, Carlos Montemayor recordó algunas anécdotas de Rascón Banda a quien definió como un hombre que en el trabajo y en la vida siempre fue de tirada larga.

          “Me tocó trabajar con Víctor Hugo y siempre al llegar la noche se disculpaba porque tenía que acudir a una función de teatro. Su resistencia para entregarse a esta expresión fue admirable, pero ante todo era lo que le dio mayor felicidad y le aportó su fuerza vital”.

          Finalmente Luis de Tavira afirmó que la dramaturgia de Víctor Hugo Rascón Banda nos reveló sustancias explosivas en las que supo encontrar la tematización profunda de su época, procesando nuestros más íntimos asuntos nacionales.

          “Trató de mostrarnos qué es hoy para nosotros esa realidad inefable que llamamos México, preguntándose ¿qué es lo que nunca entenderemos de sus entrañas?”

          Y agregó: “Víctor Hugo Rascón Banda alcanza la grandeza que transforma la conciencia cuando a través de su teatro los mexicanos dejamos de avergonzarnos de nosotros mismos. He aquí un hombre pleno y profundo, leal a sus ideas, lleno de una alegría profunda con la que sabía contagiar a quienes se sumaban a la labor del teatro. Hace un año que Víctor Hugo hizo un admirable mutis, pero le sobrevive el teatro”.

HBL

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***La Compañía Nacional de Teatro rindió homenaje al dramaturgo mexicano a un año de su fallecimiento

La dramaturgia de Víctor Hugo Rascón Banda fue siempre experimento, su virtud consistió en indagar y perseguir la pista de esas sustancias peligrosas que subyacen ocultas detrás de la historia oficial, de los expedientes cerrados, las cosas juzgadas y la amnesia.

          Así se expresó Luis de Tavira al presidir el homenaje que la Compañía Nacional de Teatro rindió al dramaturgo y promotor cultural a un año de su fallecimiento.

          Sobre su entrañable amigo, nacido en la comunidad de Uruáchic, Chihuahua, en 1948, Luis de Tavira, acompañado de Carlos Montemayor, Vicente Quirarte y Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general del Instituto Nacional de Bellas Artes, así como la actriz María Bonilla, dijo que hacer teatro es la forma más alta de la amistad humana y esa amistad es la forma mas sabia y perfecta de nuestra sociedad.

          “Extrañamos a Víctor Hugo como sólo puede extrañarse al amigo imperceptible, según el sentimiento con el que supo definir Brecht a sus estimados camaradas de la lucha teatral. Hoy sus amigos nos decimos que seguir haciendo teatro será la forma más digna de seguir recordándolo”.

          Durante el homenaje fue inaugurada la exposición fotográfica In memoriam de José Jorge Carreón que reúne imágenes de los montajes de las obras de Rascón Banda entre 1993 y 2008.

          Por su parte las actrices Rosenda Montero, Julieta Egurrola, Angelina Peláez, Luisa Huertas, Adriana Roel, Emma Dib y Dana Aguilar, presentaron los fragmentos escénicos de la obras Voces en el umbral, Desazón, Mujeres que beben vodka, Ahora y en la hora, así como Los niños de Morelia, en la que también participaron Israel Martínez y Hugo Peña.

          De Tavira afirmó que no hay amistades más profundas y perfectas como la que mantuvo con Víctor Hugo Rascón Banda, que se fundan al fragor de la escena y en la batalla incesante para que el teatro continúe entre nosotros.

          “Porque sólo así existirá México, como lo dijo Usigli, hasta que aparezca la alta dimensión del teatro. Recordamos la ausencia de Víctor Hugo Rascón Banda mientras transcurren tiempos aciagos y nos urge recuperar la audacia y el aliento que siempre levantó su voz teniendo siempre como prioridad a la cultura”.

          Dijo que ante la crisis económica por la que atraviesa el país y el resto del mundo, hace falta la lucidez que alcanzó Rascón Banda en la defensa de los intereses culturales y en la denuncia de la legitimación del latrocinio.

          “Hoy como nunca el proyecto nacional depende de la continuidad de la cultura y de sus frutos. La tarea de la cultura es la construcción de la conciencia, su afán incansable traza la conversación que nos sostiene y nos responsabiliza”

          En este sentido dijo que mantener presente el legado teatral de Víctor Hugo Rascón Banda es una conversación necesaria con la identidad de nuestro país, con esos escenarios que construyó para mostrar nuestra realidad.

          “Si he dicho que su amistad fue indispensable, ahora diré que su teatro fue necesario. La crisis de lo humano y lo mexicano evocan la necesidad del teatro entre nosotros como un mensajero que porta el lenguaje necesario para cada persona, pero que no puede realizar su entrega sino en la inminencia del instante presente y la comparecencia física”.

          Afirmó que el teatro de este dramaturgo testimonia el misterio y transmite lo invisible de nuestra sociedad, de ahí la necesidad de mantenerlo siempre vigente.

          “Confiar el evangelio al ángel será confiar la sed de la palabra al teatro, como si el ángel a su vez confiara el destino de su secreto a la discreción del gesto humano, aquel fulgor que precede a la palabra en el escenario”.

          Poco antes de la proyección del video documental La eternidad de lo inmediato, en homenaje al dramaturgo, Carlos Montemayor recordó algunas anécdotas de Rascón Banda a quien definió como un hombre que en el trabajo y en la vida siempre fue de tirada larga.

          “Me tocó trabajar con Víctor Hugo y siempre al llegar la noche se disculpaba porque tenía que acudir a una función de teatro. Su resistencia para entregarse a esta expresión fue admirable, pero ante todo era lo que le dio mayor felicidad y le aportó su fuerza vital”.

          Finalmente Luis de Tavira afirmó que la dramaturgia de Víctor Hugo Rascón Banda nos reveló sustancias explosivas en las que supo encontrar la tematización profunda de su época, procesando nuestros más íntimos asuntos nacionales.

          “Trató de mostrarnos qué es hoy para nosotros esa realidad inefable que llamamos México, preguntándose ¿qué es lo que nunca entenderemos de sus entrañas?”

          Y agregó: “Víctor Hugo Rascón Banda alcanza la grandeza que transforma la conciencia cuando a través de su teatro los mexicanos dejamos de avergonzarnos de nosotros mismos. He aquí un hombre pleno y profundo, leal a sus ideas, lleno de una alegría profunda con la que sabía contagiar a quienes se sumaban a la labor del teatro. Hace un año que Víctor Hugo hizo un admirable mutis, pero le sobrevive el teatro”.

HBL

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Fecha de publicación: 2009-09-21

 

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