La
participación del Estado, regida por este Programa,
se traducirá en el apoyo a la creación, a la
crítica, a la reflexión de los pueblos, las
comunidades y las personas.
Al
precisar los principios que normarían las tareas de
su gobierno en el ámbito cultural, el presidente Ernesto
Zedillo definió la política cultural no sólo
como un conjunto de principios sino también comoun
cuerpo de acciones, y destacó aquellas a las que correspondería
unpapel cultural. En particular, subrayó la importancia
de "vincular el quehacer cultural con el trabajo cotidiano
en las aulas y en todos los demás espacios destinados
a la educación".
Habló
asimismo de la convicción de que "la política
cultural debe estar basada en la democracia y la pluralidad":
"Debe partir de un federalismo auténtico, que
tome en cuenta las diferencias y las necesidades de cada región,
de cada localidad. De un federalismo que haga crecer los bienes
culturales a partir del trabajo de cada comunidad".
Finalmente,
el presidente Zedillo exhortó a la participación
de la comunidad nacional en las tareas culturales como parte
de los cambios políticos, económicos y sociales,
y solicitó particularmente la colaboración de
la comunidad cultural:
Es
especial, es preciso contar con la participación de
todos los intelectuales y los artistas de México, así
como todos los trabajadores de la cultura.
Así
pues, desde aquí convoco a la comunidad intelectual
a participar de manera decisiva en el proceso de desarrollo
que estamos impulsando.
Invito
a los artistas y los intelectuales a participar en los cambios
necesarios para hacer de México un país más
libre, más justo, más democrático, más
próspero.
El
Programa de Cultura presentado en aquella ocasión se
articula a partir del diagnóstico y las perspectivas
del quehacer cultural en el país y de una puntualización
de los objetivos y estrategias generales y los programas sustantivos
adoptados por la política cultural. En los apartados
dedicados a estos últimos, se detallan las líneas
de acción precisas que habrían de seguirse en
el periodo para cumplir el conjunto de las metas trazadas.
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