Francisco Goitia

Nació en Fresnillo, Zacatecas. A los dieciséis años, ingresó a la Academia de San Carlos. En 1904, se instaló en Barcelona con la ayuda económica de su padre y del gobierno mexicano. Poco después, se instaló en Italia. Cuando estalló la Revolución, perdió su beca y se enfermó gravemente, por lo que quedó bajo el cuidado de unos padres franciscanos cuyo estilo de vida adoptó desde entonces. Regresó a México en 1911 y se integró en el ejército villista con el general Felipe Ángeles, quien le encomendó la documentación gráfica y escrita de la guerra civil.

            En la década de los veinte, fungió como dibujante en el Instituto de Antropología y ahí estuvo en contacto con las culturas indígenas que lo interesaron; la producción que realizó durante este periodo se expuso en Estados Unidos. Además, fue profesor de Artes en escuelas primarias y en la Academia. Su obra es profundamente religiosa y trágica. En sus dibujos, pasteles y óleos son recurrentes los ambientes bélicos, los paisajes inhóspitos y los autorretratos. A pesar de mantenerse al margen del medio cultural y de no pertenecer a corrientes específicas, Goitia fue reconocido por los artistas de su generación y premiado en varias ocasiones. Falleció en 1960 en Xochimilco, México.