La importancia de conservar los sueños, en la obra Pekeko-Cazador de Sueños

  • Artes escénicas
Información: HBL
Comunicado No. 48/2011
10 de enero de 2011

***La compañía Mascarada Nueva Génesis, participó en el XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro

Desde el antiguo Egipto se afirma que los gatos tienen el poder de contemplar diversas dimensiones e incluso espíritus del más allá y hasta el aura de los seres humanos, y precisamente Pekeko es un felino que hace gala de estos y otros talentos, porque incluso puede visualizar los sueños de los niños.

      Considerada una de las compañías mexicanas más propositivas en cuanto a montajes escénicos para niños, Mascarada Nueva Génesis, ofreció este domingo en el Teatro Julio Jiménez Rueda, el espectáculo Pekeko-Cazador de Sueños, dentro del XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro, organizado con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes.

      Desde la una de la tarde, numerosas familias y muchos niños pequeños, se apoderaron de las primeras butacas del teatro, el ambiente de fiesta continuaba sintiéndose por todo el teatro después de la presentación del espectáculo Demente Clown, sin embargo en cuanto se apagaron las luces, volvió a reinar un respetuoso silencio por todo el recinto, dando pie a la aparición del gato principal de la historia.

      Dirigida por Jorge Tejeda, quien es el fundador de la Compañía Mascarada Nueva Génesis, la obra se ocupa de diversos valores como la lealtad, la honestidad, además de fomentar  el uso de la imaginación y recalcar el valor que tienen los sueños como la base emocional para cualquier acción humana.

      Durante la función, las risas de los niños se escuchaban a intervalos, provocadas por los diálogos del gato solitario Pekeko, quien todos los días tiene una sola tarea, el cazar como ratones los sueños de los niños, mismos que se escabullen y encuentran mil escondites, pero al final son atrapados.

      En la vida del gato aparece a momentos Bigotina, quien le hace ver a su amigo que además de la diversión, la importancia de atrapar los sueños de los niños se encuentra en evitar que se pierdan en el limbo del olvido de donde nunca más regresarán.

      Sin embargo la única posibilidad de que Pekeko pueda atrapar los sueños más difíciles, aquellos que se elevan como globos desde la mente de los niños, consiste en que pierda su miedo a las alturas y logre cazarlos antes de que se pierdan en la estratosfera, y poder llevarlos  a un lugar seguro: las estrellas, a fin de que habiten ahí el tiempo necesario para hacerse realidad algún día.

      Con muchos trabajos el gato inicia una sesión de entrenamiento, ayudado por Bigotina y poco a poco logra vencer su miedo para realizar otro de sus más profundos anhelos, hacerla su novia.

      Por más de una hora, la historia escrita por la dramaturga Zandra Barrios, cautivó a los pequeños asistentes, quienes  incluso daban consejos en voz alta a Pekeko para que perdiera su miedo a elevarse por los aires.

      El público otorgó un largo aplauso, de casi cinco minutos al finalizar la obra, misma que tiene un final inesperado y animó a numerosos niños, entre ellos al pequeño David Lomelí, quien comentó a su padre Omar Lomelí: “Necesitamos un gato de esos papá, para que también se lleve las pesadillas”.