Cuestiona la obra Huérfanos en dónde radica la verdadera orfandad

  • Artes escénicas
Información: JLB
Comunicado No. 88/2011
17 de enero de 2011

***La directora Leticia Moreno adaptó el texto de Lyle Kessler para aclimatar el lenguaje y las acciones al México contemporáneo

***El XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro se realiza en el Teatro Jiménez Rueda con el apoyo de Conaculta e INBA

El poder del amor y el respeto en las relaciones humanas es el  tema de la obra Huérfanos, dirigida por Leticia Moreno, que adaptó la pieza del escritor Lyle Kessler, al lenguaje y las situaciones del México contemporáneo, lo que conmovió al público asistente al teatro Jiménez Rueda, en una más de las 42 obras que integran la programación del XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro.

      La versión de H. Paco, con la compañía Imagen de Coyoacán, emocionó hasta las lágrimas a los asistentes a la función, en su mayoría estudiantes de preparatoria y bachillerato, algunos acompañados de sus padres.

      La obra cuenta cómo dos hermanos huérfanos Felipe (Eduardo Da Silva) y Rubén (Víctor Ruiz Paco) son valorados, apoyados y queridos por Marcos (Fernando Pérez Morales), un hombre maduro de Guadalajara que creció en un orfanato y sabe de los sinsabores de vivir abandonado.

      El personaje de Marcos, un rico empresario, a pesar de que los dos hermanos intentan secuestrarlo para obtener algún dinero, utiliza como herramientas el afecto y la compresión para hacerlos sus amigos, porque está convencido de que todo mundo necesita una segunda y hasta una tercera oportunidad, para poder desarrollarse como seres humanos capaces de dar y recibir amor.

      La pieza Orphans (Huérfanos), escrita en 1982 por el autor norteamericano Lyle Kessler, es una de sus obras más renombradas y ha sido montada en diferentes idiomas y adaptaciones alrededor del mundo; otra obra laureada de Kessler es El abrevadero, producida en Broadway.

      En Huérfanos, Lyle Kessler cuenta la tormentosa relación entre dos hermanos (Treat y Phillip), que viven solos desde que su padre los abandonó y su madre falleció cuando ellos aún eran pequeños. Ambos viven en una casa adosada en el norte de Filadelfia, Estados Unidos. El mayor (Treat),  luego de impedir que las autoridades se los llevaran a un orfanato, roba para subsistir. Phillip, por el contrario, nunca sale de casa, convencido por su hermano de que es alérgico al aire de la calle y de que “una vez casi muere por ello”.

      En la puesta del grupo Imagen, Rubén se dedica a robar a las personas en la calle para alimentar a su hermano Felipe, que supuestamente tiene problemas de retardo mental y se la pasa encerrado en un clóset y sólo conoce las paredes de la casa donde viven porque  está convencido de que el mundo exterior es muy peligroso para él, máxime porque es un enfermizo.

      Marcos, hombre acaudalado, que tampoco es un ejemplo de virtud, irrumpe, por esas cosas del destino, en la vida de los dos huérfanos y se convierte en la figura paternal que tanto añoran y que puede hacerlos cambiar sus vidas. Así, convence a los dos hermanos de dejar esa vida marginal y comenzar a vivir plenamente, después de todo la vida es bella, tiene sentido y exponerla a diario en sus atracos no va a pagar con buena moneda.

      Al final, la obra deja  la interrogante, ¿quiénes son los verdaderos huérfanos en la vida?, los que llevan vidas aburridas, llenas de rutinas y fingimientos o esos seres marginales y desvalidos, ávidos de amor y respeto, pero que pueden volverse peligrosos en cualquier momento si se sienten traicionados o, también quienes, por el contrario,  son capaces de cambiar si alguien se interesa sinceramente por ellos.

      El Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro, que concluye este 23 de enero, cuenta con el apoyo de la Coordinación Nacional de Teatro, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA-Conaculta) y el Centro Mexicano de Teatro AC, del Instituto Internacional del Teatro-UNESCO.