Recuerdo ser, propuesta escénica que retoma elementos del teatro simbolista

  • Artes escénicas
Información: HBL
Comunicado No. 140/2011
24 de enero de 2011

***La obra fue presentada en el Teatro Julio Jiménez Rueda por la compañía Vuela Conejo Teatro, dirigida por Percival Calderón

El joven dramaturgo y director Percival Calderón sorprendió al público con la propuesta del montaje Recuerdo ser durante el XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro.

      Descrita como un drama que retoma diversos elementos del teatro simbolista, la obra fue presentada ante un numeroso público el fin de semana en el teatro Julio Jiménez Rueda, en el ciclo de teatro que concluyó ayer domingo y que contó con el apoyo del INBA-Conaculta.

      Por más de hora y media, los asistentes fueron seducidos por la trágica y a la vez metafísica suerte de un hombre que desde un limbo no precisado, revive las escenas y los recuerdos de cuando se encontraba vivo.

      Con un trazo que para muchos se antojó impecable, los integrantes de la compañía Vuela Conejo Teatro, recrearon la vida del misterioso personaje principal, quien a momentos pareciera encontrar en la añoranza una oportunidad para explicarse todo aquello que salió mal en su vida.

      Bajo la dirección de Percival Calderón, la compañía integrada por Mónica Alayón, Darinka Bouchán, Sheila Flores y David Ramos, se han presentado con este montaje en diversos encuentros y espacios de teatro independiente, obteniendo el reconocimiento de la crítica.

      Con una escenografía minimalista que al igual que los diálogos parece apoyarse en recursos que brindan un doble significado, como el de una mesa cuyas patas sostienen goteantes veladoras, la acción guarda un tono a ratos pesimista y en otros plagado de un humor mordaz.

      Destaca la estructura de los diálogos que dan un tratamiento refrescante al tema de la muerte, mostrándolo como un proceso que forma parte de la propia vida, y en el caso de los personajes, incluso abre interminables posibilidades.

      No obstante la cuestión central de la obra radica en que aquel hombre cuenta con tan sólo diez minutos de conciencia antes de desaparecer del todo, y por ello debe aprovechar su estadía en aquel limbo para sopesar lo que fueron sus acciones en el mundo terrenal.

      A medida que avanzan y se aglutinan sus recuerdos, se da cuenta que cada uno es la materia misma de su yo y que en realidad son lo único que se llevará a su nuevo plano de existencia.

      El final de la obra pareció dividir las manifestaciones del público reunido en el Teatro Julio Jiménez Rueda, entre quienes se encontraban aquellos que guardaron un respetuoso silencio, como ensimismados en sus reflexiones, y los que obsequiaron un caluroso aplauso a la compañía Vuela Conejo Teatro, para muchos una de las sorpresas más gratas del XXIII Encuentro de los Amantes del Teatro.