Xitlali Piña Poujol crea coreografías sobre la complejidad del amor y la incomunicación
Información: GJB
Comunicado No. 0/2010
22 de marzo de 2010
Comunicado No. 0/2010
22 de marzo de 2010
***Preludios y Ardores fueron realizadas con apoyo del Programa Jóvenes Creadores del Fonca
***La creadora propondrá su trabajo para presentarlo en junio el Cenart

Conflictos como la incomunicación y la complejidad del amor son narrados a través las coreografías Ardores y Preludios de Xitlali Piña Poujol, cuya realización fue apoyada con una beca del Programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), del Conaculta.
En entrevista la bailarina, quien formó parte del grupo Delfos Danza Contemporánea durante doce años, explicó que Ardores ya está concluida, incluso, ya se presentó en varios lugares. En cuanto a Preludios, está justamente en su proceso creativo y espera estrenarla en junio en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La propuesta pictórica del artista japonés Yoshitomo Nara, uno de los creadores más representativos del arte contemporáneo en su país, inspiró a la bailarina para hacer Ardores. “Muchas de sus obras son de niños y lo que me llamó mucho la atención es que les da un reflejo adulto. Elegí tres imágenes y a partir de ahí hice la coreografía”, aseguró la creadora.
Preludios nació tras el cambio de residencia de la coreógrafa, quien nació en el Distrito Federal, luego radicó un tiempo en Mazatlán, Sinaloa y ahora vive en Monterrey, Nuevo León: “Le titulé así porque de alguna manera estoy viviendo un nuevo comienzo en mi carrera luego de estar respaldada por una gran compañía como Delfos. Ahora me tocaba seguir sola y eso está reflejado en la coreografía”.
—¿Existe un común denominador entre las dos piezas?
—Sí, son existencialistas. Siempre me ha gustado tocar temas muy humanos, de conflicto.
La egresada de la Academia de la Danza Mexicana comentó que en el caso de Ardores plantea el problema de la incomunicación, de la frialdad escondida tras la inocencia; mientras que Preludios aborda la complejidad del amor. La coreógrafa confesó que ésta última obra es de corte autobiográfico, pues su estancia en Monterrey estuvo determinada por una relación amorosa.
Piña, que actualmente forma parte de la compañía Arte Móvil Danza Clan —de gran prestigio en Nuevo León—, explicó que el proceso creativo para realizar ambas coreografías no es sencillo, ya que generalmente el arte de la danza es muy abstracto.
Sin embargo, consideró que su estilo permitirá una recepción positiva por parte del público: “Mi danza es muy gestual, utilizo muchos simbolismos. No son obras narrativas, pero sí hay un hilo conductor que permite que el espectador siga la danza como si siguiera un croquis”.
Añadió que busca que “el espectador tenga su propia interpretación, no dárselo todo tan digerido. Cuando el ser humano está en la intimidad, en la soledad, tiende a hacer muchos gestos, a diferencia de cuando está con la gente, como que se anula. Entonces, al basarme en el trabajo gestual logro una conexión especial con el público porque se siente identificado con uno u otro movimiento”.
Piña Poujol aclaró que en su trabajo no le gusta hacer uso excesivo de la escenografía y darle mayor peso al lenguaje corporal. Además suele utilizar el video, pero como un lenguaje complementario.
La coreógrafa, de 34 años de edad, consideró que ambas coreografías hablan de madurez en su trayectoria profesional, porque además, con el paso de los años, sus ideas se han vuelto más claras y es más provocador llevarlas a escena.
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