LAURA ALMELA GUÍA DESDE LA EXPERIENCIA EL TRABAJO DEL ACTOR SOBRE SÍ MISMO
Comunicado No. 357/2025
13 de mayo de 2025
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La reconocida actriz mexicana comparte su sabiduría en un taller, como parte del ciclo Grandes Maestras y Maestros de la Actuación Mexicana del Centro Cultural Helénico
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Con más de 70 montajes en su trayectoria, la artista reflexiona sobre el oficio actoral, la rebeldía escénica y la importancia de habitarse desde lo poético
Con una voz franca, una convicción firme y un entusiasmo contagioso, Laura Almela inició su taller "El trabajo del actor sobre sí mismo" frente a un grupo de 16 creadores escénicos en el Centro Cultural Helénico, institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
Como parte del ciclo "Grandes Maestras y Maestros de la Actuación Mexicana", iniciativa que reúne –de marzo a septiembre de 2025– a figuras emblemáticas del teatro nacional que comparten su experiencia de manera directa, afirma: "No siento que voy a dar una clase. Compartimos nuestras dudas, nuestras trabas, eso que nos hace vulnerables. Y, en ese compartir, establecemos un principio de cambio", señala Almela, quien suma más de 70 montajes teatrales y ha sido reconocida con premios como el Luisa Josefina Hernández a la Docencia Teatral.
En su opinión, uno de los principales retos del actor teatral es la mecanización: "De un día a otro, tenemos que decir lo mismo, contar la misma historia. Pero se trata de que cada función esté viva. Eso es el teatro: el suceso, el acontecimiento frente al espectador. La mecanización te robotiza, y lo que buscamos es evitar eso para acceder a algo auténtico”.
En ese sentido, el taller propone ejercicios sobre el contacto emocional, la generación de imágenes y una revisión de lo que Almela llama la poética personal. "La poética no es una rosa en la solapa. Es una forma legítima de expresión. Tiene que ver con tu manera de procesar las cosas y compartirlas. Es un punto muy sofisticado del oficio, pero al mismo tiempo profundamente humano”.
Desde su punto de vista, el teatro aún es un espacio de rebeldía, de interpelación y de comunidad: "Si el teatro no nos permite ser rebeldes y cuestionar, ¿entonces qué? Les digo a mis alumnos que sean una lata, que no dejen pasar una, que lean mucho y se atrevan a ser libres”.
Soy totalmente de teatro
A lo largo de su carrera, Almela ha trabajado con grandes directores y ha participado en proyectos cinematográficos como Güeros o Amores perros. No obstante, afirma sin dudar: "El teatro es lo mío. Me asusta la cámara, me estresa. Pero el teatro me da horror bonito. Me gusta el camerino desvencijado, el garrafón de agua, la vida de teatro. Es el mejor oficio del mundo”.
Sobre las nuevas generaciones, señala que el vínculo no siempre es sencillo, pero que vale la pena: "Ellos me enseñan que compartir es valioso. Son personas que se cuestionan, que se preguntan cosas. Esa es una condición maravillosa para trabajar. Me hacen sentir que lo que yo puedo compartir les sirve”.
Para Laura Almela, el actor es su propio instrumento: "Nuestro oficio va con nosotros. En cada respiración, en cada palabra, en cada gesto. Ojalá fuéramos un violín, pero no lo somos. Somos humanos que nos partimos en pedazos para compartir con otros”.
El taller "El trabajo del actor sobre sí mismo" continuará hasta el 6 de junio en el Helénico. Para más información se pueden consultar las redes sociales y la página oficial del Centro Cultural Helénico.
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