Si se juntase toda la obra gráfica y muralística de José Clemente Orozco, abarcaría 5 km2: Gregorio Luke

  • Artes plásticas y fotografía
Información: HBL
Comunicado No. 210/2011
03 de febrero de 2011

***El experto en la obra del muralista mexicano ofreció en el Antiguo Colegio de San Ildefonso la conferencia Orozco en multimedia, en el marco de la exposición José Clemente Orozco. Pintura y verdad

En opinión del especialista Gregorio Luke, a José Clemente Orozco no le gustaba hablar de su propia obra porque estaba convencido de que los cuadros y murales están hechos para verse y no para escucharse.

       El experto en la obra del muralista mexicano ofreció en el antiguo Colegio de San Ildefonso la conferencia Orozco en multimedia, en el marco de la exposición José Clemente Orozco. Pintura y verdad, que se exhibe hasta el 27 de febrero.

       Durante la conferencia fueron proyectadas fotografías, bocetos y algunos de los murales más emblemáticos del artista, realizados tanto en México como en Estados Unidos.

       Gregorio Luke ofreció por más de hora y media innumerables detalles sobre la vida de Orozco, así como de los simbolismos plasmados en obras como La Trinchera, Catarsis, además de los murales que pintó en Estados Unidos, el célebre Prometeo en Pomona y el Dive Bomber.

       “Se ha dicho mucho acerca de Orozco, algunos artistas como Raúl Anguiano afirmaban que su genio fue lo que lo hizo sobresalir entre muchos artistas, por su parte, Octavio Paz afirmaría que ante todo él supo plasmar la libertad a través de su obra”, expresó Luke.

       El especialista rememoró las no pocas ocasiones en que Orozco escandalizó a numerosos sectores. En Estados Unidos se atrevió a plasmar en los tiempos de mayor auge del racismo la famosa Mesa de la solidaridad, presidida por un hombre de color.

       “En la academia norteamericana escandalizó al pintar a los académicos tomando el conocimiento muerto de un gran esqueleto e hizo a lo largo de su vida algunas de las críticas más feroces a los políticos corruptos, la Iglesia y el discurso demagógico”.

       Gregorio Luke afirmó que José Clemente Orozco es un hombre que hace falta a México, porque se atrevió siempre a ejercer la denuncia a través de su obra. “Su actitud nos inspira, nos conmueve y nos invita a razonar".

       Recordó que después de su nacimiento en 1873, en Zapotlán el Grande, Jalisco, Orozco solía estar muy pendiente de la actividad de cierto taller que se encontraba muy cerca de su casa, donde laboraba José Guadalupe Posada.

       Curiosamente, dijo, los mexicanos debemos conocer su genio pictórico a una de las sirvientas de sus padres, quien después de que Orozco sufre un accidente al jugar con pólvora, le ruega al médico que no le corte las manos quemadas y que haga todo lo posible por salvarlas.

       “El médico logra hacer sanar su mano derecha y gracias a eso pudo comenzar a experimentar en el mundo de las artes plásticas”, relató Gregorio Luke.

       Recordó que después de que el artista se casó con Margarita Valladares, comienza a realizar algunas de sus primeras obras en las que retrata a la sociedad mexicana de su tiempo.

       “Curiosamente por la difícil situación económica que vivía el país, en la ciudad había el doble de prostitutas que en París y Orozco se dedica a pintarlas. Fue precisamente este el tema de su primera exposición”.

       Señaló que aquella serie de pinturas fue destruida en la aduana de Estados Unidos durante uno de los primeros viajes del artista a ese país. “Los oficiales afirmaron que trataba de introducir pornografía a su país y acabaron con un gran legado artístico de México”.

       El especialista comentó que si toda la obra pictórica y muralística de Orozco pudiera ponerse junta, abarcaría aproximadamente cinco kilómetros cuadrados.

       “Era un artista incansable que no dejó de pintar en ninguna etapa de su vida, los murales de San Ildefonso los hizo en dos etapas, porque los estudiantes protestaban contra ellos rayándolos. Sería hasta 1926 cuando retomaría la obra”.

       Finalmente, Gregorio Luke, dijo que en una época en la que la mayoría de los pintores mexicanos trataban de imitar los estilos de los artistas franceses e incluso fundaron en Xochimilco una escuela con nombre extranjero, Orozco se introdujo a las entrañas de los barrios mexicanos y la vida nacional para sacar sus temas.

       “A diferencia de lo que creen muchos, José Clemente Orozco no era un hombre serio y adusto, por el contrario, tenía un gran sentido del humor, tan sólo admirar sus caricaturas para numerosas publicaciones, al PRI lo rebautizó como Partido Avanzador Prostitucional, al monseñor Paredes lo retrató agarrando la pierna de una muchacha y a Victoriano Huerta como un alcohólico perdido que jugaba a asesinar”.

       La exposición José Clemente Orozco. Pintura y verdad, se exhibirá hasta el 27 de febrero en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, Justo Sierra 16, Centro Histórico. Los martes entrada libre.