La intuición guió a Tomás Casademunt para crear las imágenes de la exposición "Maya Pucc"

Rodeado de majestuosas construcciones mayas el fotógrafo español Tomás Casademunt  miraba a través de la lente de su cámara y todo era negro. Era de noche, sólo contaba con la luz que proyectaban la Luna y las estrellas, por lo que tuvo que confiar en su intuición para realizar la serie de 32 imágenes que conforman la exposición Maya Puuc, que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Antropología.

Dichas fotografías, cuenta el creador, fueron captadas de noche a lo largo de tres años en zonas arqueológicas de Yucatán. Todas las fotografías tienen una exposición de 60 minutos y representan un homenaje a los mayas que construyeron con tanta creatividad, vitalidad e imaginación esos palacios que no tienen igual en el mundo.

      La exposición Maya Pucc, albergada en la Sala de Culturas Indígenas de México del Museo Nacional de Antropología, es un espacio de reflexión que contribuye a restaurar el diálogo con el pasado y con esos vínculos antropológicos que hoy construyen nuestra identidad.

     “Este trabajo es también un homenaje a los fotógrafos pioneros que retrataron estas mismas estructuras hace 140 años, como Teober Maler y Désire Chanay, quienes en su época visitaron las zonas con la ayuda de mulas para mostrar al mundo con sus enormes cámaras la belleza de esos lugares. Así que de alguna manera vengo a completar su tarea y a sumar esta nueva representación en la noche, con la luz de la Luna”, explicó el fotógrafo.

      Tomás Casademunt obtuvo en 2006 la beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte de Fonca-Conaculta. Gracias a este apoyo pudo realizar un extenso trabajo de investigación sobre dichas zonas arqueológicas.

      El fotógrafo de origen catalán explicó que se propuso tomar las imágenes de noche porque “nos hemos acostumbrado a ver fotografías de las zonas arqueológicas captadas de día, pero muchas de las observaciones, rituales y mediciones astronómicas que realizaban los mayas las hacían durante la noche, de ahí mi interés por capturar sus templos y monumentos más significativos durante esas horas colmadas de misticismo para su cultura”.

      Asimismo, como parte del proyecto apoyado por Conaculta, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Fundación Televisa, el artista realizó una donación de cada una de las placas captadas a lo largo de tres años a la Fototeca de Pachuca para garantizar su resguardo.

     “El propósito de este trabajo no es arqueológico ni astronómico. Cuando yo me asomaba en la cámara veía todo completamente negro, entonces me di cuenta de que era un proceso de fotografiar sin ver, más bien de intuir mi posición frente a los palacios y todo se fue dando de modo muy natural. Aunque también hubo un trabajo para calcular los días de plenilunio y las posiciones de la Luna más convenientes para la fotografía”, dijo.

      Las fotografías, tomadas en formato blanco y negro, en placa de 8 por 10, muestran paisajes nocturnos de construcciones representativas de los sitios de Uxmal, Labná, Xlapak, Kabah, Sayil, Oxkintok, Koom, Chichen Itzá y Sierra del Puuc.

      Además de las fotografías, en la sala de exposición se pueden escuchar los sonidos de la selva en un registro sonoro que realizó el artista. “Es un corte de una hora que dimensiona las fotografías, pues hay que recordar que cada una representa una hora de vida. También hay dos videos: uno muestra el proceso de registro de una obra y en el otro aparecen el fotógrafo y su asistente, Andrés Quiñones, acompañado de unos textos de Alfonso López Morales, en el que se habla de la experiencia”.

      La exposición Maya Puuc, de Tomás Casademunt, se presenta hasta abril en la Sala Culturas Indígenas de México, del Museo Nacional de Antropología. Para mayores informes consultar la página www.mna.inah.gob.mx.