La acción como estrategia de creación, filosofía del colectivo marcelaygina

  • Artes plásticas y fotografía
Información: GJB
Comunicado No. 868/2010
11 de junio de 2010

***Sus dos integrantes ofrecieron una charla en el Museo de Arte Carrillo Gil sobre su propuesta

***Exhiben parte de su trabajo en este recinto hasta agosto

Mientras muchos artistas siguen comulgando con la idea tradicional de crear en un estudio, dos artistas regiomontanas le apostaron a la acción externa como estrategia de creación: Marcela Quiroga Garza y Georgina Arizpe Garza, quienes conforman el colectivo marcelaygina.

La tarde de este jueves, ambas creadores ofrecieron una charla sobre su proyecto, el cual surgió en 1997, en el marco de la exposición que presentan en el Museo de Arte Carrillo Gil.

     Cuenta Quiroga que, frente a ese panorama cultural árido que persiste en Monterrey y ante los procesos tradicionales de creación, optaron con crear un colectivo que detonara acciones estéticas en lugares no convencionales.

     “Durante muchos siglos trascendió la idea del artista encerrado en su estudio para así poder crear, un paradigma que nada tiene que ver con nuestro trabajo. Nuestro propósito siempre ha  sido accionar en la realidad, provocar situaciones en el entorno y generar experiencias en el individuo”.

     Sobre ello abunda su compañera: “Existe aún una idea algo romántica de hacer el arte. Por fortuna, cuando nos estábamos formando participamos con varios colectivos que tenían ideas similares a las nuestras, como crear situaciones en el exterior”.

     Enseguida, las dos artistas regiomontanas explicaron algunas de las instalaciones que han realizado a lo largo de esta década –unas están exhibidas en el Museo de Arte Carrillo Gil–, y que buscan generar sensaciones directas con el espectador.

     Una de ellas es la imagen titulada Las niñas chantilly, resultado de una instalación que hicieron cerca de una construcción de un puente que se realizó en la capital de Nuevo León. La tierra que fue escarbada por los trabajadores fue creando una pequeña montaña, donde las artistas se subieron intentando envolverla como un regalo; dicha situación generó una acción prevista.

     “Cuando comenzamos a ascender, nos dimos cuenta que estábamos provocando algo, pues la gente que se encontraba alrededor se estaba involucrando con nuestra acción. Lo anterior nos demostró que sí se pueden generar acciones instantáneas y que el cuerpo nos sirvió como instrumento de expresión”, apuntó Arizpe.

     Otros proyectos que resultaron enriquecedores para ellas fueron aquellos donde el video tuvo un papel primordial, ya que sólo a través de éste el público podía ver las acciones de las artistas; la idea era demostrar cómo la realidad está mediatizada por los medios.

     Uno más fue Kitty combo superstar, que consistió en que ambas creadoras saltaron durante una hora y media en un brincolín que fue colocado en una de las capillas del Ex Teresa Arte Actual, mientras los espectadores las observaban por monitores.

     Para el colectivo marcelaygina la crítica social va aunada a su labor estética. Muestra de ello son dos proyectos en los que invitan a reflexionar sobre la imagen estereotipada que se tiene de la mujer y que está obligando a muchas de ellas a repetir para ser aceptadas por la sociedad.

     En el video Temporal teats registration, las artistas hacen una fuerte crítica al estereotipo de la mujer perfecta regiomontana; su trabajo expone una serie de imágenes femeninas con exuberantes tallas de brassier.

     Al mismo tiempo,  en la serie fotográfica To order call us or dial 1800 the pink punks…v.o. hacen una sátira de la imagen que se le da a la mujer en publicaciones pornográficas. Y en We would like to answer a few questions, se hace alusión a los prototipos que se les impone a las mujeres para serlo, como el uso de uñas postizas:

     “Realizamos una especie de investigación sobre la apariencia femenina para generar acciones que nos permitan cuestionar esos estereotipos. Sólo basta mencionar que Monterrey es uno de los estados con mayor índice de cirugías plásticas para entender la magnitud de esta situación”.

     Una de las instalaciones que más les generó expectativas fue The evil daughters return, que originalmente consistía en que ambas artistas dieran infinidad de vueltas alrededor del Zócalo capitalino hasta encontrar un final inesperado; sin embargo, ellas mismas lo provocaron pagándole a un grupo de policías para que las arrestaran y las llevaran al Ex Teresa Arte Actual para concluir de manera sorpresiva su instalación.

     También el traslado que hicieron de un país a otro de maletas llenas de armas de juguete; la idea era provocar reacciones ante estos símbolos de violencia; sin embargo, comentan que la seguridad de los aeropuertos, al darse cuenta que eran de plástico, les permitieron viajar; evidentemente este ejercicio lo hicieron antes del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

     Finalmente, Quiroga y Arizpe señalaron que la ficción es y seguirá siendo una forma de accionar en la realidad.