Muestran imágenes que dan cuenta de la riqueza de las fiestas en el Norte de México
Comunicado No. 1532/2010
04 de octubre de 2010
***La exposición El arte de la fiesta. Ritos del Norte de México se exhibe en el Museo Nacional de Culturas Populares
***Está integrada por 30 fotografías de la autoría del fotógrafo norteamericano George O. Jackson
El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas. Así lo manifiesta el poeta y ensayista Octavio Paz en El laberinto de la soledad, donde afirma que para el mexicano todo es ocasión para reunirse, cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con festejos y ceremonias hombres y acontecimientos. Esta esencia se ve reflejada en la exposición fotográfica El arte de la fiesta. Ritos del Norte de México, que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP).
Aseguraba Paz: “Somos un pueblo ritual. Y esta tendencia beneficia a nuestra imaginación tanto como a nuestra sensibilidad, siempre afinadas y despiertas. El arte de la fiesta, envilecido en casi todas partes, se conserva intacto entre nosotros. En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las grandes fiestas religiosas de México, con sus colores violentos, agrios y puros y sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes insólitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos días en plazas y mercados”.
Esa certeza fue plasmada en imágenes por el fotógrafo norteamericano George O. Jackson, Jr., quien durante casi dos décadas se ha encargado de registrar las más variadas manifestaciones festivas del Norte de la República Mexicana. A lo largo de ese tiempo logró conformar un acervo de más de 70 mil fotografías de las cuales, en 2003 donó una colección de 60 al MNCP.
En la exposición El arte de la fiesta. Ritos del Norte de México, montada en la Sala María Sabina del MNCP, se exhiben 30 de esas 60 fotografías, las cuales hacen énfasis en las fiestas indígenas del norte de México, en estados como Chihuahua, Sonora, Durango, Sinaloa y Nayarit.
En entrevista, Amparo Rincón, jefa de colecciones del MNCP, explicó que George O’Jackson Jr., es un fotógrafo de origen texano, hijo de padre norteamericano y madre mexicana nacida en Nuevo León, quien tras dedicarse a los negocios, en 1990 se dedicó a viajar por México y conocer las diversas costumbres de los pueblos indígenas, especialmente las de los grupos del Norte.
“En cada pueblo visitado realizaba un registro fotográfico, plasmando en cada uno el ‘arte de la fiesta’, es decir la diversidad de costumbres, la creatividad y la fusión de tradiciones culturales. Uno de los elementos que Jackson descubrió fue que las comunidades organizan sus fiestas en ciclos anuales, los cuales están relacionados, a su vez con el ciclo agrícola.
“En cada una de las fiestas se combinan diversos elementos culturales como son el baile, la música, la comida, las artesanías, etcétera. La fiesta tiene un carácter comunal ya que cada miembro participa en los diversos roles que implica la celebración: algunos preparando la comida, otros en la decoración de los espacios, elaborando la indumentaria o máscaras a utilizar en la danza y en la elaboración de las bebidas. La fiesta es una celebración esperada con ansiedad por los miembros de la comunidad”, indicó Amparo Rincón.
Las fotografías a color, impresas en mediano formato, nos muestran no sólo el arte de la fiesta, sino la importancia de ella dentro de la cosmovisión de los grupos, pues cada celebración está relacionada con algún ciclo agrícola, ya sea para bendecir las semillas, para solicitar lluvias, para implorar buenas cosechas o para concluir un ciclo.
“Cada fiesta es única e irrepetible, algunos pueblos las viven y festejan con mayor ahínco que otras, quizás algunas sean menos ostentosas que otras, pero para quien la practica es la mejor. La fiesta es un lugar de encuentro, que permite la convivencia, el goce y el disfrute. Es una ocasión para limar asperezas y para renovarse en varios sentidos”, expresó la especialista.
En el año de 2003, el fotógrafo estadounidense se acercó al MNCP para hacer la donación de 60 imágenes sobre fiestas rituales del Norte de México y así buscar una mayor difusión de esas culturas. “Él consideraba que esta región es de las menos difundidas en cuanto a fiestas y tradiciones indígenas y que mucha gente la concibe únicamente como un lugar de paso hacia la frontera”.
Las fiestas indígenas, aunque son resultado de una fusión de culturas, muchas de ellas conservan elementos tradicionales, entre ellas la relación con la agricultura, elemento indispensable para la sobrevivencia de los pueblos. En el Norte de México, la indumentaria no es tan tradicional como en el sur, en donde cada prenda de vestir se elabora artesanalmente, sino que se elabora con ropa occidentalizada; los tambores, flautas, arpas y violines empleados para la música, son de origen español, pero los cascabeles utilizados en la cintura y los tobillos provienen del venado, animal mítico y sagrado.
Para Amparo Rincón, cada fotografía de Jackson nos mueve la curiosidad, además de que nos permite ir descubriendo varios e interesantes detalles., pues en cada una de ellas intenta registrar elementos que para el común de la gente pasan inadvertidos, lo que en ocasiones provoca que se tengan ideas equivocadas sobre esos ritos y se les califica de bárbaros o arcaicos, calificativos sin justificación.
“Aunque no es antropólogo, su mirada desentraña los elementos que la gente común no ve. Sin saber las técnicas y quizá sin proponérselo, él realizó un trabajo etnográfico, es decir, un registro exhaustivo de una tradición como es la fiesta”, concluyó Amparo Rincón.
La exposición fotográfica El arte de la fiesta. Ritos del Norte de México, integrada por 30 imágenes, permanecerá en exhibición hasta el próximo 10 de octubre en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Avenida del Carmen 289, colonia Del Carmen Coyoacán.