Una pared para Cecilia, tragicomedia sobre el vínculo entre seres humanos
Comunicado No. 135/2011
22 de enero de 2011
***La cinta, cuya producción fue apoyada por Conaculta Cine, se presentó en la Cineteca Nacional
Cecilia se encuentra en la crisis de los 30, no tiene marido ni un plan definido de vida y se dedica a vagar por los alrededores de Tijuana y la zona fronteriza, sin embargo ocurrirá un hecho inesperado que cambiará para siempre la visión de la joven acerca del mundo, gracias a un niño chicano que llega a su vida.
Bajo esta premisa se desarrolla el largometraje Una pared para Cecilia, filme dirigido por Hugo Rodríguez con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de Imcine y Foprocine.
La cinta fue mostrada a los medios de comunicación con la presencia de su director, quien originario de Argentina y egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, realizó esta cinta el año pasado con la participación de compañeros de generación y alumnos de la escuela de cine.
Franco y dicharachero, Hugo Rodríguez charló con los medios de comunicación sobre el proceso de rodaje y producción de este trabajo que conjunta los talentos de Jimena Guerra, el niño Vladimir Zamudio, así como las actuaciones de Eugenio Bartilotti y la experimentada actriz Rosa María Bianchi.
“Quise que el punto de partida fuera el universo personal de la protagonista, quien al llegar a cierta edad es presionada por la gente de su entorno para seguir una vida tradicional y dejar atrás su sueño de convertirse en artista, es un proyecto que habla sobre la búsqueda humana y el encuentro entre dos seres humanos de edades y mundos distintos, pero vinculados a un nivel muy profundo”.
Rodríguez, quien hace unos años alcanzó notoriedad por la cinta protagonizada por Diego Luna, Nicotina, afirmó que este nuevo trabajo es mucho más íntimo y personal, contando con el guión realizado por la también directora Paula Markovitch, quien realizó la cinta El Premio.
En la cinta, Cecilia recorre las calles cuando de pronto un niño de aproximadamente 10 años cruza junto a ella y le arrebata el bolso, ella corre tras él y forcejea, pero en la persecución ambos caen y el niño queda inconsciente.
Tras llevarlo al hospital, Cecilia conoce la situación del niño, quien no puede regresar a los Estados Unidos para reunirse con su madre y por ello roba dinero y comida para sobrevivir
“Me interesó la manera como surge el instinto maternal en Cecilia, quien deja a un lado sus planes y lleva al niño a vivir con ella, enfrentándose a un mundo desconocido de responsabilidad”, afirmó Hugo Rodríguez.
En la cinta destaca el buen trabajo de edición, así como la fotografía realizada por Érica Licea, quien a momentos recurre a los paisajes y exteriores para después realizar con naturalidad una transición hacia lo íntimo.
En este sentido se narra la vida cotidiana de Cecilia, quien admiradora de las artes visuales y la literatura, sueña con dejar su aburrido empleo en una farmacia para dedicarse a cuestiones “más elevadas”.
“El rodaje se conectó perfectamente con el sentido de la cinta, porque lo hicimos prácticamente en familia, entre compañeros que hemos trabajado juntos en otros proyectos. En Tijuana armamos un equipo de siete personas, incluyendo a los actores y eso nos permitió mucha movilidad”
Destacan en la cinta las vueltas de tuerca que tienen los personajes , quienes enfrentan varios obstáculos de sus mutuas personalidades para convivir. El niño no entiende nada acerca de los hábitos de aseo y la disciplina, pero Cecilia tiene que hacer uso de la sicología para animarlo a cumplir con sus deberes
“Fue un trabajo que todos disfrutamos muchos y surgió una relación muy cercana y compañerismo entre todos nosotros”, afirmó el director, quien alabó el trabajo de la primera actriz Rosa María Bianchi, quien hace una sólida interpretación como la madre de Cecilia”.
La mujer, quien no obstante preocuparse por la llegada a sus vidas del menor, hace todo por tratar de conectarse con él e incluso trata de desentrañar la manera como el niño se separó de su familias y respeta su deseo de querer reunirse nuevamente con sus seres queridos.
Asimismo agradeció el apoyo de la gente de Tijuana, así como de las instituciones culturales como el Conaculta y el Imcine, que permitieron la realización del rodaje.
“Hacer esta cinta era un deseo guardado por mucho tiempo, creo que Paula Markovitch le dio a la historia una dimensión muy importante e hizo mucho más humanas las situaciones, porque ante todo es una cinta sobre un pérdida, pero también acerca del encuentro entre dos seres bastante disímbolos, eso es lo bonito de la película, que la relación se nutre por la necesidad de ambos”.
Otro punto importante de la producción lo conforma la música, que reviste los momentos más dramáticos y enternecedores de manera muy sutil. El director mencionó el gran trabajo realizado por el músico Saulo Cisneros, quien crea diversas ambientaciones sonoras que se convierten en parte de la narrativa.
Finalmente, Hugo Rodríguez mencionó que después del rodaje de esta cinta, volvió enseguida a la dirección con la realización de la cinta La leyenda de las arcas, acerca de un grupo de niños que buscan un supuesto tesoro escondido por Miguel Hidalgo durante la gesta de Independencia.
“Me siento afortunado de realizar estos proyectos, en lo personal que creo que muchas personas podrán identificarse con la historia de Cecilia y de los personajes que retratan muchas cuestiones, tanto de esta nación, como de otras que ocurren en el mundo”, concluyó.