El catedrático e investigador inglés Paul Julian Smith ofreció la charla Regreso a Amores Perros: González Iñárritu, el cine mexicano y la distribución internacional

  • Cine y artes audiovisuales
Información: CGP
Comunicado No. 2001/2011
24 de septiembre de 2011

***En la Cineteca Nacional del Conaculta, el también crítico de cine abordó el impacto de la cinta mexicana a nivel internacional

La cinta mexicana Amores Perros, ópera prima del director Alejandro González Iñárritu no sólo impactó al público nacional con tres historias entrelazadas a partir de un accidente automovilístico cargadas de melancolía y tragedia, sino que también cambió la forma en que se apreciaba el cine latinoamericano a nivel internacional que lo había valorado por el supuesto acceso que daba a las condiciones socioeconómicas de sus países de origen.

Así lo manifestó Paul Julian Smith, catedrático distinguido en el Programa de estudios Hispánicos y Luso-Brasileños del Centro de Graduados de la Universidad de Nueva York como parte de la charla Regreso a Amores Perros: González Iñárritu, el cine mexicano y la distribución internacional, realizada la noche de ayer viernes en el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional del Conaculta.

     “El logro de González Iñarritu, ha sido establecer una tercera vía entre el cine comercial sin ambiciones artísticas y los filmes de festivales puros y duros, destinados a una audiencia internacional pero muy reducida”, explicó el también autor del libro Amores Perros (Love´s a Bitch) publicado en inglés en el 2003 con el apoyo del British Film Institute.

     A lo largo de la charla, Smith desarrolló un resumen de su publicación que aborda aspectos de la producción, distribución, exhibición y promoción de la película, además de su relación con los estudios fílmicos en los países de lengua inglesa que la llevaron a obtener una nominación a los Premios Oscar y  un BAFTA, (Premio de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión como mejor película en lengua no inglesa. 

     Entre los comentarios sobre la vida profesional del director Alejandro González Iñárritu, destacó su innovación en la elaboración de un tráiler creado para funcionar a nivel internacional que incluía imágenes subliminales conformadas por fotogramas de actos de violencia que sólo se observan al congelar las escenas.

     También subrayó su habilidad para conectarse con el público a partir de explorar la condición humana, a pesar de que en su momento se enfrentó a dificultades en su distribución por abordar un tema poco grato y hasta ofensivo para algunos públicos: las peleas de perros.

     “La importancia de Amores Perros fue que coincidía con una nueva generación de cinéfilos, algunos ya hartos de las austeras devociones de antaño, a quienes no les molestaban en absoluto los placeres más accesibles del cine de género y tampoco la voluntad de estilo de directores con transparente interés por la estética como González Iñárritu”. 

     Fue así que, de acuerdo con Smith, la cinta consiguió dirigirse al público extranjero antiguo y moderno, político y apolítico, tercermundista y mundialista que apreció la propuesta del director destinada a fines éticos y hasta metafísicos.

     Para explicar el éxito de González Iñárritu en el mercado anglosajón, Smith se apoyó en dos términos clave que surgen a partir de la lectura de la cinta: la seducción y la melancolía.

     “Amores Perros sigue una estrategia en la que se minimizan las diferencias e entre las clases sociales para promover una visión de la supuesta universalidad de la condición humana. Es una crítica ideológica muy típica de la academia anglosajona”.

     Agregó que en la melancolía caemos bajo la sombra del objeto perdido que se traduce en personajes que se enfrentan a diferentes pérdidas. “Tal vez esa obsesión por la melancolía se relaciona con la apuesta por la seriedad de parte de un cineasta que hace gala de distinción cultural”.

     Durante la ponencia, los asistentes tuvieron la oportunidad de revisar la versión definitiva del guión de Amores Perros fechado el 30 de marzo de 1999 y que en un principio se tituló Perro negro/Perro Blanco, además de un catálogo de imágenes de la fotógrafa Nan Goldin que posiblemente inspiraron a Iñárritu para crear la imagen de interiores sórdidos y claustrofóbicos en la cinta.