San Pascualito Rey logra un lleno total en la Cineteca Nacional

  • Cine y artes audiovisuales
Información: HBL
Comunicado No. 1170/2010
02 de agosto de 2010

***El clásico Bucking Broadway, de John Ford, perdido durante décadas, revivió para el público mexicano con el acompañamiento musical de la banda de rock

San Pascualito Rey demostró con las dos funciones que ofreció la tarde del sábado que los clásicos del cine no mueren si las nuevas generaciones se ocupan de traerlos de vuelta a la vida.

La banda de rock guapachoso musicalizó dentro del Ciclo Bandas Sonoras de la Cineteca Nacional, el clásico de John Ford, Bucking Broadway, presentación que colmó al tope la Sala 3 del recinto, donde no quedó una sola butaca vacía y la proyección se convirtió en un gran concierto que fue acompañado con palmas y vítores.

       El vocalista Pascual Reyes, acompañado por Alex Nexus en los teclados, Alex Otaola, en la guitarra; Juan Morales, en el bajo y Luca Ortega en la batería, mantuvo la energía durante los 80 minutos que duró la proyección en la que aparecen los célebres actores Molly Malone y Harry Carey.

       La historia de amor que comienza como un western y culmina en la ciudad de Nueva York con una gran estampida de caballos que se introducen por Central Park, estuvo perdida por varias décadas hasta que fue encontrada en 2002 en los archivos del Centro Nacional Francés de Cinematografía.

       En las secuencias campiranas el grupo hizo gala de sus fusiones de rock-mariachi que acompañaron las secuencias donde el protagonista Cheyenne enamora a la bella Helen, quien sin embargo es obligada por sus padres a comprometerse con un hombre rico que la lleva a la ciudad.

       Para los fans del grupo, la función fue una oportunidad en la que pudieron escuchar otras versiones de canciones como Te voy a dormir  y Cerquita de Dios, que a momentos eran acompañadas por un sutil coro de voz y por acentos sonoros en la guitarra del músico Alex Otaola.

       En algunas escenas campiranas el grupo realizó unas originales mezclas entre el country y lo guapachoso, que recordaron los sonidos que se escuchan en las fiestas tradicionales de algunas comunidades del norte del país.

       El ritmo se mantuvo hasta las secuencias finales en las que Cheyenne decide pelear por el amor de su amada y galopa a la ciudad de Nueva York donde Helen se encuentra cautiva en una jaula de oro, colmada de comodidades, pero sin un ápice de sinceridad por parte de la sociedad citadina.

       Fue memorable el cierre de la cinta con los caballos galopando entre autos, edificios y arbotantes, la música campirana en un paroxismo que bien podría emular una de las rolas más energéticas de ZZ Top y el público bailando en sus asientos.

       Los integrantes del grupo agradecieron al público y a la Cineteca Nacional por la oportunidad para dar a conocer a las nuevas generaciones este clásico de la cinematografía y anunciaron que en breve lanzarán su nuevo disco bajo el título de Valiente.