Actualmente existen unos 150 festivales de cine infantil en los cinco continentes: Rock Demers
Comunicado No. 1252/2010
14 de agosto de 2010
*** El Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan niños), rindió un homenaje al productor y director canadiense Rock Demers
*** Demers reveló que el cine para niños tuvo su auge en los países socialistas en los años cuarenta, pero con evidentes fines ideológicos

Como parte de la oferta del Decimoquinto Festival Internacional de Cine para niños (…y no tan niños), el productor y director de cine para niños y adolescentes, Rock Demers, así como Robert Roy, director del Fondo Independiente de Producción y ex secretario General de CIFEJ (Centre Internacional du Film pour l´Enfance et la Jeunesse), ofrecieron este viernes un amplio panorama sobre la importancia del cine para niños.
Los especialistas estuvieron acompañados por Nelson Carro, subdirector de Programación de la Cineteca Nacional; Víctor Ugalde, presidente de la Asociación Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales; así como Liset Cotera, directora de la asociación civil La Matatena y del Festival Internacional de Cine para niños (…y no tan niños).
Rock Demers (Québec, 1933) es un hombre que comenzó su carrera en la cinematografía en los años cincuenta como realizador de la revista Images. Tras estudiar y viajar por Europa y Asia, fundó en Canadá el Festival de Cine de Montreal, del que fue director general de 1962 a 1967. También participó en la creación de la Cinemateca de Québec y en 1965 dio vida al Faroun Films, con el propósito inicial de distribuir cine infantil.
En 1980, Rock Demers creó La Fête, con el objetivo de realizar la colección Contes pour tous (Cuentos para todos), una antología de nueve películas para niños que inició con la exitosa La guerre des tuques, de André Meláncon. Actualmente, esa colección ha sido reconocida con cerca de 200 premios tanto en Canadá como en el extranjero y cuenta con 22 películas, entre las que se encuentran coproducciones con Polonia, Hungría y Rumania.
Es la primera vez que Demers viene a México, algo que, asegura, le hace evocar su juventud, pues en ese entonces pasó mucho tiempo creando cineclubes y descubrió el cine del mundo entero. “Las películas que más me gustaron fueron las mexicanas, como Viva Zapata, María Candelaria, Viva México, y a creadores como Emilio Fernández y Gabriel Figueroa”.
Al ofrecer un panorama de cómo surgió el cine para niños en el mundo, el productor señaló que éste arrancó en los países socialistas, en los años 40, en naciones como Rusia, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Hungría y Bulgaria, donde se pusieron en marcha métodos de financiamiento muy importantes para las películas y su difusión.
“Evidentemente esta decisión que se tomó en esos países fue con motivos ideológicos. Estas películas que mostraban la forma de vida no eran tanto para sustituir la cinematografía de otros países, sino más bien con fines didácticos y de ideología.
“Curiosamente, para este tipo de películas la censura era mucho menos severa, se aceptaban con mayor facilidad los guiones y por lo tanto los cineastas de la época en esos países aprovecharon para hacer pasar la ideología contraria a la que se quería imponer, eran lo suficientemente astutos. Checoslovaquia fue el país donde se hicieron muchas de esas producciones”, explicó Demers.
Para dar un ejemplo de la importancia que adquirió este tipo de cinematografía en esos países, el productor comentó que estatutariamente una tercera parte de las películas que se producían en aquella época, que eran más o menos 21 o 22 largometrajes, tenían que ser dedicados para la juventud, por lo tanto siete películas eran para este público.
“En 1957, en una sala de cine de Checoslovaquia, descubrí que se proyectaba una función de cine para niños todos los días y los fines de semana tres funciones. Mi sorpresa fue ver cómo los asientos se podían subir si uno de los niños quedaba detrás de un adulto para que pudiera ver bien la pantalla. Es así como la cinematografía checa dio origen a grandes productores reconocidos en todo el mundo”, dijo.
Fuera de los países socialistas, este cine floreció en Inglaterra, Australia, India, España y Japón. Para tener una idea del auge que tomó en Europa este cine, en 1950, en el Festival de Cine de Venecia ya había una sección de cine para niños.
“Hoy en día existen unos 150 festivales de cine infantil repartidos en los cinco continentes. Es el testimonio de la importancia que tiene este movimiento de cine para los más jóvenes”, puntualizó Demers.
Cabe recordar que como parte del homenaje a Rock Demers, el Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan Niños) ofrece una retrospectiva de Les Productions La Fête, la cual permitirá viajar a través de las historias de las películas producidas por Demers, desde sus primeros trabajos, así como sus más recientes producciones, como Un cargamento para África.
Esta selección da cuenta de las producciones para niños que se han realizado en Canadá y han tenido un gran éxito tanto en su país como a nivel Internacional por su valiosa aportación y gran esfuerzo por producir, promover y difundir este género cine para niños.
El Decimoquinto Festival Internacional de Cine para niños (…y no tan niños) es organizado por La Matatena, A. C., Asociación de Cine para Niñas y Niños, en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Instituto Mexicano de Cinematografía, Cineteca Nacional, CIFEJ (Centre International du Film pour l’Enfance et le Jeunesse), la Dirección General de Actividades Cinematográficas de la UNAM, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Gobierno del Distrito Federal a través de su Secretaría de Cultura; Once TV, Canal 22, TVUNAM, entre otras instituciones tanto públicas como empresas privadas.