Con sutileza, Rodrigo Pl busca tocar emocionalmente al pblico en el FICG 27 05/marzo/2012 00:00 Cine y artes audiovisuales Guadalajara, Jal.- Luego de su estreno en la pasada edición de la Berlinale, el director Rodrigo Plá presentó en la sección oficial de largometraje mexicano del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, su filme La demora. ¿Cómo surge la idea para hacer La demora? Laura Santullo, la guionista, lee en el periódico una noticia sobre gente de la tercera edad que está siendo abandonada por sus familiares en plazas públicas y sanatorios y se empieza a cuestionar quién es capaz de cometer un acto como ese, luego trata de adentrarse al conflicto que podría estar pasando una persona que hace esto y lo que podría haberla orillado a esa situación. Luego escribe un cuento muy emotivo narrado en primera persona, son dos monólogos intercalados de un padre y su hija que hablan ante una autoridad explicando el acontecimiento desde sus respectivos puntos de vista. La estructura del cuento permite adentrarse en los motivos de cada uno de ellos, en lo que pasaba por sus cabezas. ¿Y a ti, por qué te interesó abordar esta historia? Las razones que me llevaron a hacerla tienen que ver con la edad, Laura y yo estamos llegando a los 40 y ahora es inevitable preguntarse acerca de la muerte y la vejez de uno mismo y de tus padres. Quise mostrar como la llegada de la vejez puede impactar a una familia. Laura y tú han colaborado en todos tus largometrajes ¿cómo es el proceso de trabajo entre los dos? Nunca ha sido igual, a veces hemos escrito la historia juntos a partir de una idea suya, en alguna ocasión la idea fue mía y escribimos juntos el guión pero en este caso, ella lo escribió sola porque tenía un conocimiento mayor de los uruguayos, de la manera en que hablan, tenía muy clara la historia y yo no quería “contaminarla”. Nosotros compartimos una vida juntos, yo estuve muy cercano a ese proceso y en este caso, ella estuvo muy próxima a la etapa de la preproducción e incluso, el rodaje, asistía a los ensayos con los actores. Ahí, los actores se iban apropiando del espacio que se modificó a partir de sus requerimientos, el guión sufrió cambios y este proceso me permitió apropiarme del texto con cierta facilidad.¿Por qué eligieron filmar la película en Uruguay? Pensábamos que sería bueno si instalábamos la historia en medio de un clima más extremo que el de la Ciudad de México, en el que la situación de una persona adulta abandonada en la noche podría resultar mucho más dramática.En tus películas la presencia de la familia es fundamental, ¿es algo planeado de inicio? Supongo que algo sale, las familias son importantes en presencia o en ausencia pero supongo que más que la relación de familia, hemos trabajado más en la relación entre padres e hijos y en esta caso, entre padre e hija. ¿Cómo trabajaste con los actores para homologar sus tonos? Por un lado tenemos a Carlos Vallarino, un arquitecto en su primera incursión actoral y por otro a Alexandra Blanco, una actriz muy experimentada. Ahí está la mano del director, nuestra labor es escoger un tono y llevar a los actores en ese camino, que haya una armonía entre ellos. Fue un proceso muy grato, La demora es una película más contenida, mucho más acotada, que no tenía tantas locaciones ni era tan coral como La zona, y eso me permitía trabajar a profundidad con cada uno de mis personajes. Cada actor requiere una manera diferente de trabajo, con Alexandra era la precisión total, ella tiene una capacidad muy especial para demostrar lo que siente aunque a veces tenía que empujarla en la parte más emotiva. Por otro lado, estaba Carlos, una persona completamente emotiva, que tenía dificultades con los diálogos, que nunca lo hacía de la misma manera; poco a poco los fuimos ajustando. A la par que hacíamos las escenas, teníamos pausas y respiros en los que montábamos improvisaciones, eso distendía la relación entre todos y les ayudaba a ellos a conocer a sus personajes y la forma en que interactuaban cuando faltaba el otro, el lugar que ocupaban en la familia; eso generaba situaciones en el que surgían diálogos que incorporábamos a las escenas. Carlos demostró, desde que hicimos las primeras pruebas con él, una facilidad increíble para abstraerse de todo lo que lo rodeaba, era como un niño pequeño, él tenía una capacidad increíble para improvisar y era muy convincente. ¿Cómo diste con él? Cuando conseguí dinero para el desarrollo del proyecto empezamos a ampliar la búsqueda porque en los actores profesionales no encontraba lo que quería, tenían algunos vicios y varios presentaban dificultades por la vejez: no oían bien y a varios se les olvidaban los diálogos. Él tiene una hija que es asistente de fotografía, se enteró del casting y asistió; es una persona maravillosa, tiene 82 años y un espíritu de renovación increíble, está dispuesto al cambio, se apropia de todo lo que los rodea. En La demora destaca la sutileza en el manejo de las emociones: Es algo que me gusta mucho, éste es un trabajo diferente respecto a los anteriores, en el que pretendimos no hacer hincapié en las emociones que debería sentir la gente, quisimos vivir con nuestros personajes el momento de crisis que cuenta la película; es como si sólo observáramos, contempláramos sin hacer énfasis en las emociones. En La zona por ejemplo, la acciones hacían avanzar la trama, los personajes decían lo que se requería para hilar y comprender la historia; aquí vemos que en medio de grandes diálogos hay algunas cosas importantes y claves que después nos ayudarán a comprender el choque emocional que acontece. Cuando construimos a los personajes siempre intentamos que estos no estén en los extremos, he concluido con Laura en que siempre son más interesantes los personajes que tienen la posibilidad de elegir que aquellos que se ven orillados a tomar una decisión, esa es la razón por la que los instalamos en una determinada clase social, no son los más pobres, son gente de trabajo que se encuentra en dificultades; la de La demora, es una familia bastante digna, conformada con personas que tienen torpezas emocionales, que se equivocan a la hora de actuar, no son buenos ni malos, son “perfectamente humanos” como decimos a veces, eso ayuda a matizar y a volver creíbles a los personajes, ponerlos en medio complejiza el dilema. ¿Cuál fue experiencia de haber estado seleccionado en el Festival de Berlín? Fue muy linda experiencia, Laura y yo decimos que las películas las termina de construir el público y cada persona ve una película diferente. Esa fue la primera vez que la exhibíamos y aunque está inmersa en un contexto uruguayo, toca ciertos temas que a todos nos incumben por lo que hubo gente que se conmovió mucho, y eso es lo que uno intenta hacer con las películas: mover de lugar a alguien, tocarlo emocionalmente y la demostración de ello son los premios, hubo un jurado al que le gustó y a algunas personas los emocionó lo suficiente como para otorgarnos un reconocimiento. ¿Qué sigue para La demora? Estamos buscando distribuidor para México, en Francia se va a estrenar en septiembre, en mayo lo hará en Uruguay en donde se exhibe primero en el Festival de Punta de Este, será la película de clausura. Vamos a ir a la sección Horizontes de San Sebastián, nos invitaron a Valladolid, a Japón, Hong Kong, Estambul, al BAFICI, Toulouse; La demora ha tenido una bonita recepción, hay gente que es muy entusiasta de la película. Con información de Imcine