La sala para Personas con Discapacidad Visual de la Biblioteca de México ?José Vasconcelos?: un oasis dentro del caos citadino 22/abril/2013 00:00 Libros, revistas y literatura La sala para Personas con Discapacidad Visual al interior de la Biblioteca de México ?José Vasconcelos? se ha vuelto un oasis para aquellos que deciden salir del caos citadino y escuchar un audiolibro, leer, socializar o consultar internet con ayuda del software JAWS (lector de pantalla para ciegos o personas con visión reducida).Aquí también se celebra el Día Mundial del Libro a través de un acervo de 600 títulos en braille y 200 títulos en CD´s, en un espacio único en su tipo en el país por su infraestructura, equipamiento, servicios y diseño con el fin de atender a niños, adolescentes y adultos con ceguera o debilidad visual que acuden con perro guía o bastón. Desde que uno llega la sala para Personas con Discapacidad Visual al interior de la Biblioteca de México “José Vasconcelosâ€, lo primero que se percibe es el olor a madera que impregna la superficie de 510 metros cuadrados: cerezo rojo, nogal, fresno, fueron parte de los materiales naturales utilizados para crear un recinto con pisos antideslizantes, mobiliario, cabinas de trabajo y cubículos con equipo electrónico con tecnología de punta. Aquí también se celebra el Día Mundial del Libro a través de un acervo de 600 títulos en braille y 200 títulos en CD´s, en un espacio único en su tipo en el país por su infraestructura, equipamiento, servicios y diseño con el fin de atender a niños, adolescentes y adultos con ceguera o debilidad visual que acuden con perro guía o bastón.“Podrían decir que no es un acervo muy grande, —dice la bibliotecaria Rosario Gamboa—, pero en volumen se incrementa porque una obra puede abarcar varios discos o tomos, por ejemplo, La casa de los Espíritus tiene cerca de 400 páginas, pero en braille está en 15 tomos, por eso contamos con espacios en la parte superior de la sala con la opción de seguir creciendoâ€.  De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda del INEGI, un millón 292,201 mexicanos tienen limitaciones visuales, de los cuales aproximadamente 110 mil se concentran en el Distrito Federal y más de 162 mil en el Estado de México.Organismos internacionales y especialistas en la materia consideran que la ceguera o debilidad visual, es la segunda causa de discapacidad en nuestro país, por lo que esta sala se ha vuelto un oasis para aquellos que deciden salir de caos citadino para escuchar un audiolibro, leer, socializar o consultar internet con ayuda del software JAWS (lector de pantalla para ciegos o personas con visión reducida).Una vez que el usuario deja sus pertenencias en un locker con llave, se le proporciona un recorrido por la sala, además de explicarle los servicios, contenido y forma de trabajo, con el fin de que más adelante y por su cuenta, consulte el catálogo de libros en braille o audiolibros, busque el ejemplar de su interés con el apoyo de un bibliotecario (la colección está ordenada topográficamente) utilice los  lectores electrónicos, el amplificador de textos y las computadoras.La sala para Personas con Discapacidad Visual también cuenta con elevador, cabina y espacio lúdico próximo a recibir juegos adaptados para niños y niñas, seis cabinas que cuentan con equipo multifunción Braille Mountbatten, computadora con software JAWS y amplificador topaz con pantalla, y seis cabinas de electroescritura donde se hacen grabaciones presenciales y se cuenta con la más reciente versión del eescáner parlante Sara.“Entre semana la mayoría de nuestros usuarios son jóvenes, los fines de semana adultos y adultos mayores desde sicólogos, abogados, historiadores y docentes, hasta personas dedicadas al comercio informal. Los usuarios mayores suelen leer más en braille, mientras que los jóvenes solicitan más servicios de internet y audiolibros, incluso traen sus computadoras y trabajan magnífico, le apuestan más a la tecnologíaâ€, asegura Rosario Gamboa, quien lleva cinco años de trabajar en esta sala. La mayor parte de los audiolibros son de literatura clásica y superación personal con títulos como El Código Da Vinci, La metamorfosis, El capote, Sherlock Holmes, cuentos infantiles y hasta Por qué los hombres aman a las cabronas, que, curiosamente, es una de las obras más solicitadas por las chicas. “También podemos pedir libros en tinta a las salas generales y los fondos personales y hacer una grabación, transcripción o lectura presencial. El usuario siempre tendrá acceso a la información en cualquiera de sus soportes, el servicio va más allá de las cuatro paredes. Si se solicita información de cualquier índole aún si no contamos con ella, tenemos la opción de dirigirlos a centros que cuenten con esa informaciónâ€.La bibliotecaria explica que actualmente han captado usuarios que están estudiando con el fin de ayudarlos en sus trabajos escolares. Por otro lado, los docentes reciben apoyo para calificar, hacer maquetas para sus alumnos, o  dejar los textos impresos para que sea grabado en formato mp3 (este servicio es gratuito y solo se requiere dejar el material ya sea pilas o papel).“Los títulos que más nos piden para ser grabados son de Derecho, preparatoria abierta, Historia de México y Lectura y Redacción. En temporada de exámenes están muchos estudiantes y en diciembre y enero vienen más a consultar literatura clásicaâ€.Usuarios que dejan huellaRosario Gamboa pertenece a una plantilla de 13 bibliotecarios conscientes de que en esta sala la interacción con el usuario en su parte humana es muy fuerte.“Para trabajar aquí, lo más importante es que no te incomode comunicarte con ciegos para generar un compromiso y empatía. Aquí tenemos que acompañarlos afuera del sanitario y esperarlos, se requiere de mucho contacto y tacto, que te guste leer y que sepas leer, tus usuarios te pulen y son muy francos si no les gusta cómo lees. Hay que ser paciente, no puedes desesperarte, no se trata de regañarlos o abusar de ellos, el respeto es algo fundamental junto con la capacidad de no enojarteâ€.Agrega que cada usuario deja su huella a partir de su forma peculiar de ser: “Hay los que son muy coquetos, los que son muy serios, los que vienen diario y están todo el díaâ€.Germán Rodríguez, es uno de los usuarios que acude a esta sala desde junio de 1989 y ha sido testigo de su evolución, en donde los avances tecnológicos han tenido un papel fundamental para consultar todo tipo de información.   “Acudí por primera vez cuando estudiaba el bachillerato, luego entré a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales a la carrera de Ciencias de la Comunicación y venía con libros y fotocopias para que me las grabaran y así pudiera estudiar.“Ahora hay que entrarle a la tecnología, el software JAWS nos ayuda mucho para navegar en internet, así que vengo dos o tres veces por semana para consultar periódicos, sobre todoâ€. Con un horario de servicio de 8:30 a 19:30 horas, de lunes a domingo, la sala también se ha convertido en un punto de reunión con otros compañeros que como él, demuestran que la debilidad visual o ceguera no es impedimento para tener acceso al conocimiento y a los títulos de obras, tanto mexicanas como extranjeras en la Biblioteca de México “José Vasconcelos†(Plaza de la Ciudadela No. 4 colonia Centro).