Vitril. Viaje imaginario, entre los sueños y la realidad 16/julio/2013 00:00 Artes escénicas Danza imaginativa que se desarrolla en un mundo habitado por personajes fantásticos es la puesta escénica de la compañía Delfos en Vitril. Viaje imaginario, que se presentó el fin de semana en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes. Sobre el escenario se ilumina de pronto una estructura cuadrada de grandes dimensiones, casi cubre por completo la superficie; dentro de esta figura se forma con una delgada tela blanca un círculo, de prácticamente las mismas dimensiones. Al centro de todo aparece Vitril, un muchacho que gusta de soñar e imaginar juegos con personajes fantásticos; en esta ocasión su imaginación lo lleva por un viaje del que quizá no pueda regresar.Se trata de la coreografía de la compañía de danza contemporánea Delfos titulada Vitril. Viaje imaginario que se presentó el fin de semana en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes. El personaje central es un muchacho que comienza a convivir con seres extraños sin saber cómo han llegado a su habitación. De pronto se descubre yendo de un lado a otro, entre a seres que lo quieren someter o ayudar, todo sucede en un ambiente onírico, en el que la realidad se confunde con la imaginación. Cada uno de los mundos que visita es habitado por personajes distintos, asociados al contexto donde viven, los de la oscuridad visten de negro, mientras otros se asocian a las matemáticas y al mundo del Internet, el ciber espacio.La propuesta se sustenta en un discurso coreográfico imaginativo, onírico y lleno de aventuras en mundos fantásticos creados por el personaje central, quien debe recorrer varios lugares para poder regresar a su habitación y continuar con su vida normal.El espectáculo infantil crea diversos escenarios con recursos en apariencia simples, como figuras hechas de luz y sombra, con largas mantas de telas de diversos colores, con máscaras de rostros expresivos –similares a los que aparecen en películas como Viaje a la Luna de Georges Méliès, o El señor de los anillos, de Peter Jackson- para establecer así un fuerte vínculo con los espectadores más jóvenes.Por ello, la coreografía contiene pasajes de acción y otros en los que se desarrollen intrincadas ejecuciones, con elementos de danza clásica y contemporánea para acentuar así el dramatismo o dinamismo que el pasaje requiera. El resultado es una propuesta imaginativa, llena de emotividad y de seres provenientes de la imaginación, en ocasiones de las pesadillas, a los que Vitril enfrenta con valentía.De esta manera Delfos se adentra en una aventura creativa dirigida a los espectadores de todas las edades a través de una narrativa desarrollada de manera teatral, dentro de una atmósfera surrealista, en la que el público recorre al lado de Vitril un viaje imaginativo en el que la percepción de los objetos y la historia se transforma hasta dar la impresión de vivir un sueño.Para el desarrollo de este montaje, la compañía de danza contemporánea ha echado mano de nuevas tecnologías en iluminación, video, multimedia y una escenografía conceptual para crear con ello una experiencia visual irrepetible. La conclusión de Vitril. Viaje imaginario, es abierta, el espectador decide qué es lo que le ocurre al personaje central, o bien, se abre la posibilidad de que una vez concluido el espectáculo escénico, cada quien pueda llevar en su mente una parte del mundo que acaba de presenciar.