"Mujeres soñaron caballos", espejo escénico de la violencia humana 18/febrero/2010 00:00 Artes escénicas Basta enclaustrar en un pequeño cuarto a seis seres humanos para que se despierten sus demonios y así, atrapados por la ira, revelen la violencia. Ese es el planteamiento de la pieza teatral Mujeres soñaron caballos, que regresa a la cartelera nacional luego de exitosas presentaciones en el Centro Cultural del Bosque. En esta ocasión, es el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico de Conaculta el espacio donde se desarrolla la historia de tres hermanos y sus respectivas parejas, quienes viven intensas confrontaciones.      Un negocio familiar es el detonador de una trama que deja al descubierto la delgada línea que puede existir entre los lazos filiales y los sentimientos de envidia, odio, rencor. Son seis conciencias que se enfrentan, seis individuos que se desconocen al momento de ver por sus propios intereses.      Por un lado, tres hermanos que viven en constante choque por su diversidad de pensamiento. Por el otro, sus mujeres que se muestran insatisfechas por la cotidianeidad en la que han caído.       Son personajes que evidencian los tipos de violencia psicológica de la que pueden ser víctimas los seres humanos: un hombre maduro aprensivo que teme perder a su pareja joven, un hombre joven violento que desea a la mujer de uno de sus hermanos, un hombre celoso de una pareja que lo hace sentir menos, una mujer madura que intenta que toda la familia sea feliz cuando ella no lo es, una mujer coqueta que vive inmersa en la soledad y una mujer joven depresiva.      La cercanía de las butacas con el pequeño escenario permite que el espectador vibre con las relaciones enfermizas que protagonizan tales personajes, interpretados por Rosa María Bianchi, Arturo Ríos, Sophie Alexander-Katz, Arturo Barba, Gabino Rodríguez y Maricela Peñalosa.      Cada palabra, cada frase  refleja el sentir del autor en torno al tema de la violencia, como los diálogos según los cuales en esta época si abrimos la boca es sólo para discutir, o que en las ciudades cada vez hay más personas solas que miran al suelo, o aquel donde se asegura que hay un tipo de violencia en el aire de la cual muchos se están contagiando aun siendo buenas personas.      Danien Veronese es el autor y director de esta obra teatral, inspirada en una extraña noticia del suicidio colectivo de unos cuadrúpedos mamíferos. En entrevista con Conaculta el argentino compartió algunas reflexiones que resaltan la importancia del tema.     -¿Es acaso la violencia humana una de las más terribles enfermedades del siglo XXI?     â€œCreo que desde que existe el hombre ha habido violencia. Lo que aquí estamos viendo en escena es una micropolítica de la violencia, que es el núcleo familiarâ€.     -Al desarrollar el tema al interior de una familia ¿buscaba decir que desde ahí empieza la violencia?     â€œPuede ser que parta de ahí y se extienda, pero también quiero señalar que se puede llegar a eso tras la violencia que se vive en el exterior. Creo que la violencia se puede dar en ambos caminos, pero pensé en la familia porque es un asunto que conozco y me permite acercarme a más gente porque es algo más común, algo que muchos han vividoâ€.      Veronese, cuyas obras han sido traducidas al italiano, alemán, francés y portugués, aclara que no hizo la obra pensado en provocar una reflexión o dar un mensaje al público, de hecho, confiesa que quizá habrá personas que salgan de la función sin tener una reacción en específico.       Está convencido que el teatro simplemente denuncia algo que ya está establecido. No cree que sea una alternativa para detener la violencia (en el caso de su obra), simplemente es un espejo de lo que somos y hacemos los seres humanos.      -Aunque no buscaba dar un mensaje, quizá invita de manera implícita a pensar en la violencia innata en los seres humanos…      â€œSí, hay un cierto espíritu antiguo de salir a matar y traer la comida. Es algo que está dentro de nosotros. También podría ser que la violencia tiene que ver con preservar lo propio. Es un asunto complejo, por eso es difícil prever las reacciones del público, porque pueden ser muy diferentes entre síâ€.      Finalmente, el director dijo que no obstante la adversidad, conserva un espíritu optimista sobre el destino de los seres humanos, los cuales han logrado sobrevivir.      Mujeres soñaron caballos se presenta hasta el 26 de abril en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn). Funciones: lunes, 20:30 horas.