Una mentira, obra sobre los abusos del poder y los laberintos de lo doméstico 04/septiembre/2014 00:00 Artes escénicas Puesta en escena de la Compañía Nacional de Teatro Una Mentira, pieza escrita por Ximena Escalante, basada en la novela Una historia verdadera basada en mentiras de Jennifer Clement, es para el director del montaje, Mauricio García Lozano, una obra sobre el Colionalismo a partir de una historia conocida que se repite,  relacionada con el abuso de poder y los laberintos de lo doméstico que avanza con las manecillas del reloj por la obsesión de sus personajes, cuya poesía está en la temperatura de su alma. Una Mentira, pieza escrita por Ximena Escalante, basada en la novela Una historia verdadera basada en mentiras de Jennifer Clement, es para el director del montaje, Mauricio García Lozano, una obra sobre el Colionalismo a partir de  una historia conocida que se repite,  relacionada con el abuso de poder y los laberintos de lo doméstico que  avanza con las manecillas del reloj por la obsesión de sus personajes, cuya poesía está en la temperatura de su alma. La obra se estrenará este viernes 5 de septiembre en la Sala Héctor Mendoza de la Compañía Nacional de Teatro. La puesta se integra al repertorio de esta agrupación artística como parte de su sexto ciclo en el rubro de Teatro Mexicano. Mauricio García Lozano comentó con humor el round artístico entre la autora de la novela y de la obra: "En la primera caída, Ximena le tumba con una quebradora a Jennifer toda la poesía y luego con una Wilson le quita toda la estructura, que en la novela desarrolla dos historias al mismo tiempo en una sensación de vértigo  que realiza un viaje en el tiempo, 11 años hacia adelante y hacia atrás. Escalante hace lo contrario, establece una estructura lineal, pero concéntrica que hace sentir el paso del tiempo y la acumulación de heridas y huellas hasta llegar a la conclusión".  El director de escena pondera la labor dramatúrgica de Ximena Escalante, con quien ha trabajado en más de ocho montajes, al destacar la forma en que la autora explora y encuentra lo que subyace en la apariencia  de obras y personajes. Al apropiarse de esta historia melodramática, cuyo éxito radica en lo reconocible que es para nuestro país, aunque no por eso menos crucial, Mauricio García Lozano la ubica en la Ciudad de México entre 1957 y 1968, años emblemáticos entre el temblor de aquel año y las Olimpiadas, con lo que consigue un distanciamiento que le da la posibilidad de una mayor cercanía con  las partículas  de humanidad de los personajes, sus intuiciones y sutilezas que otorgan  esa sabiduría específica y particular de la que muchas veces estas historias carecen  por irse directamente al amarillismo. "Esta misma historia que se ha podido ver en el Canal de las Estrellas desde 1965, cuando te apartas del melodrama simple y la dotas de complejidad, percibes que no hay buenos ni malos y que la construcción, las contradicciones de los personajes y la densidad de la situación en la que se encuentran, revelan un mecanismo de sobrevivencia en el que todos dependen del otro, así sea su peor adversario, lo que es muy emocionante cuando se cuenta con actores  que poseen un gran nivel de profundidad al grado de llegar a la depuración", expuso el director.   El responsable del montaje genera una síntesis en el espacio que parte de tres ejes básicos: un exterior, un umbral siempre a punto de romperse y un interior, que es la cocina donde se centra la acción.   El vestuario de Mario Marín parte de un concepto en el que el paso del tiempo origina cambios de color y texturas o estampados tanto en Leonora como en la señora O´Connor, en la que se podrá observar un especie de mímesis, como la de una serpiente que se toca la cola y aunque los diseños remiten a los cincuenta y a los sesenta, el cambio en el orden de lo familiar, que pasa de lo informal a lo formal en la vestimenta de la servidumbre es interesante en tanto a lo largo de  los 11 años que transcurren al interior de esa casa,  la señora ha querido tomar el control.   La presencia sonora de tríos y boleros conocidos, así como fragmentos de emisiones de radio y televisión en la primera parte, dan paso posteriormente a la música original de Zbiegniew Paleta, que reorientó la mirada de  la propuesta escénica y pertenece al orden textural y emocional, desprovista de época pero con elementos de realidad musical, dirigidos a lo que les sucede  a los personajes en el corazón.   Una mentira cuenta con dirección de Mauricio García Lozano, escenografía de Dulce Zamarripa, vestuario de Mario Marín del Río, iluminación Ingrid SAC, música original de Zbigniew Paleta, Maquillaje y Peluquería Maricela Estrada.   Interpretación del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro: Ana Ligia García, Mariana Giménez, Ana Ofelia Murguía, Gabriela Núñez, Andrés Weiss y la actriz invitada Olivia Lagunas. Temporada del 5 de septiembre al 12 de octubre de 2014, Jueves y viernes 20:00 horas; Sábados 19:00 horas; Domingos 18:00 horas   Informes y reservaciones: publicos.cnteatro@inba.gob.mx.