Presentan la historia del Palacio de Bellas Artes en la FIL Guadalajara 07/diciembre/2014 00:00 Libros, revistas y literatura Sede cultural, teatro, lugar de museos y escenario de la vida nacional Palacio de Bellas Artes. Las obras y los días, 1934-2014 conjuga el talento de Franco María Ricci, probablemente el mejor editor de libros de arte del mundo,  con el trabajo del fotógrafo italiano Massimo Listri, considerado uno de los grandes especialistas en la fotografía arquitectónica, comentó Ricardo Cayuela, titular de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, en la presentación de este título en la 28 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, (FIL Guadalajara). Palacio de Bellas Artes. Las obras y los días, 1934-2014 conjuga el talento de Franco María Ricci, probablemente el mejor editor de libros de arte del mundo,  con el trabajo del fotógrafo italiano Massimo Listri, considerado uno de los grandes especialistas en la fotografía arquitectónica, comentó Ricardo Cayuela, titular de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, en la presentación de este título en la 28 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, (FIL Guadalajara). Alejandro Rosas, quien junto con el historiador Xavier Guzmán y Giorgio Antei acompañan con textos esta obra coeditada por Ricci Editore y el Conaculta, a través de la Dirección General de Publicaciones (DGP) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), afirmó que "en el Palacio de Bellas Artes se refleja la historia de la vida cotidiana de México". En su intervención, el historiador se ocupó de recorrer la historia del Palacio de Bellas Artes como recinto cultural, teatro, sede de diversos museos y escenario de la vida de la capital mexicana y del país durante sus 80 años de existencia. Concebido durante el Porfiriato como un gran teatro nacional, el Palacio de Bellas Artes fue inaugurado ya en la época posrevolucionaria como una institución cultural de mayores aspiraciones, apuntó Rosas, y recordó algunos de los hitos que marcan la historia del edificio: "La primera obra de teatro estrenada en el Palacio de Bellas Artes fue La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón". Uno de los escándalos más sonados del Palacio, continuó,  fue el desatado por el estreno de la obra El gesticulador (1947), de Rodolfo Usigli, que constituía una crítica evidente al mandato de Miguel Alemán. El especialista  terminó su intervención con el recuento de algunas de las presentaciones más destacadas y comentadas de la historia del palacio, desde María Callas hasta músicos populares como Juan Gabriel. Por su parte, Xavier Guzmán Urbiola, subdirector general de Patrimonio Artístico del INBA, recordó las labores de restauración de la cúpula central del recinto, que le tocó coordinar entre 2003 y 2004, durante el 70 aniversario del recinto. A raíz de esa restauración tuvo ocasión de estudiar a fondo los planos originales del palacio, concebidos por Adamo Boari en los primeros años del siglo XX. Guzmán Urbiola glosó la historia de la planeación y la construcción de Bellas Artes, cuyas obras comenzaron en 1904 y que se inauguró finalmente en 1934. Indicó también que, en el texto de su autoría incluido en el volumen, procuró poner el acento en aspectos menos tratados del edificio, dejando de lado la definición de su estilo (art nouveau y art déco) para centrarse en aspectos más puntuales de estructura, materiales y los problemas geotécnicos que planteó la edificación.  Xavier Guzmán concluyó que se trata de una de las primeras estructuras de concreto armado de México, lo cual resultaba profundamente vanguardista para la época.