Todd Clouser ofrece un concierto fuera de serie en la Fonoteca Nacional 21/abril/2015 00:00 Música El artista invitó a los asistentes a formar parte de los coros Todos los asistentes al concierto de presentación del disco Chant, se convirtieron en coristas para acompañar al músico Todd Clouser en un experimento sonoro la noche de este lunes 20 de abril, en la Fonoteca Nacional. Se trató de una improvisación comunal que devino acto ritual en el que las voces se unieron al reconocido percusionista brasileño Cyro Baptista, Aarón Cruz en el bajo, Miguel Alzerreka en el vibráfono, Hernan Hecht en la batería y Todd Clouser en la guitarra.   Y es que para crear este material discográfico, el artista estadounidense se inspiró en los cantos tradicionales del campo, para convocar a 60 coristas del Distrito Federal, las Amazonas (Perú) y Minneapolis (Estados Unidos) que fueron dirigidos en tiempo real para cantar sobre pistas creadas a partir de géneros como el rock y el jazz. Así, en esta obra el lenguaje, el género, la geografía y la tradición colisionan para lograr un tono avant-garde con resultados salvajes. Muchas de las personas de la Ciudad de México que participaron, subieron al escenario para interpretar canciones como You the Brave, Don´t Politik me, Mis hijas postizas, Baby Brother, Bombtrack, Open the Sky and let me in y Medicine in the tree. Todos los asistentes al concierto de presentación del disco Chant, se convirtieron en coristas para acompañar al músico Todd Clouser en un experimento sonoro la noche de este lunes 20 de abril, en la Fonoteca Nacional. Se trató de una improvisación comunal que devino acto ritual en el que las voces se unieron al reconocido percusionista brasileño Cyro Baptista, Aarón Cruz en el bajo, Miguel Alzerreka en el vibráfono, Hernan Hecht en la batería y Todd Clouser en la guitarra.   Y es que para crear este material discográfico, el artista estadounidense se inspiró en los cantos tradicionales del campo, para convocar a 60 coristas del Distrito Federal, las Amazonas (Perú) y Minneapolis (Estados Unidos) que fueron dirigidos en tiempo real para cantar sobre pistas creadas a partir de géneros como el rock y el jazz. Así, en esta obra el lenguaje, el género, la geografía y la tradición colisionan para lograr un tono avant-garde con resultados salvajes. Muchas de las personas de la Ciudad de México que participaron, subieron al escenario para interpretar canciones como You the Brave, Don´t Politik me, Mis hijas postizas, Baby Brother, Bombtrack, Open the Sky and let me in y Medicine in the tree. Entre el público se encontraban niños que siguieron con atención las instrucciones de Todd Clouser y comenzaron a emitir un conjunto de palabras o sonidos que se repetían muchas veces de manera rítmica e incluso, seguir la música con el movimiento de sus pies. En un ambiente de algarabía, el público que acudió al Jardín Sonoro de la Fonoteca, también los acompañó con sus voces, el sonido de sus palmas y hasta el chasquido de sus dedos. Los músicos tuvieron la oportunidad de hacer un despliegue de improvisaciones, mientras que el percusionista Cyro Baptista se convirtió de pronto en director de orquesta, al conducir uno de los temas.    También dio cuenta de una variedad de objetos convertidos en instrumentos como una tabla de lavar metálica, pequeños envases de plástico, mangueras y botellas y piezas que denotaban la influencia musical de diversas culturas del mundo. El concierto concluyó con una canción creada al momento por el percusionista brasileño, resultado de su visita a Iztapalapa, lugar en el que conoció a un personaje llamado Charlie. La presentación del disco Chant se convirtió en una oportunidad para romper las ideas limitantes que separan al músico del público, a partir de la unión de ideas musicales, fraseos e improvisaciones.