Cautivó al público el concierto audiovisual del grupo Cabezas de Cera 05/julio/2015 00:00 Cine y artes audiovisuales Música En la Fonoteca Nacional Diferentes emociones ocurren en el espectador al presenciar un filme clásico del cine alemán del año 1920, El gabiente del Dr. Caligari, con la musicalización realizada por la agrupación mexicana Cabezas de Cera, la música acompaña atinadamente la trama, llevando al espectador a estados de culminación que se acentúan por la misma narrativa caracterizada por la obsesión, la cual se desarrolla en espacios claroscuros. Fue así que la música experimental y metálica de Cabezas de Cera invadió las instalaciones de la Fonoteca Nacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) la noche del viernes 3 de julio, pues al registrarse un lleno total en la Sala Murray Schafer del recinto, se instaló una pantalla en el patio para que el gran número de gente que se dio cita presenciara el concierto audiovisual. El grupo integrado por Mauricio Sotelo y Francisco Sotelo, salieron al escenario para agradecer al público asistente su presencia, asimismo, manifestaron que la Fonoteca Nacional se ha convertido en el lugar donde la agrupación presenta su nueva música desde hace ya cuatro años y se mostraron muy agradecidos con el “templo de la música†de poder tocar ahí. Comenzó el espectáculo con música y proyección al mismo tiempo, el cual está dividido en seis actos. Se trata de un filme icónico e influyentes de la historia del cine alemán, en el que la obsesión de un médico psiquiatra por el sonambulismo, lo lleva a inducir a Cesare, el sonámbulo, a cometer involuntariamente una serie de homicidios. En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Mauricio Sotelo, quien tocó el stick, compartió que entre la película y la música que ellos tocan, pudieron encontrar ciertas empatías y formas de trabajo en donde el estilo expresionista y la misma escenografía de la cinta les permitió crear una ambientación general. Diferentes emociones ocurren en el espectador al presenciar un filme clásico del cine alemán del año 1920, El gabiente del Dr. Caligari, con la musicalización realizada por la agrupación mexicana Cabezas de Cera, la música acompaña atinadamente la trama, llevando al espectador a estados de culminación que se acentúan por la misma narrativa caracterizada por la obsesión, la cual se desarrolla en espacios claroscuros. Fue así que la música experimental y metálica de Cabezas de Cera invadió las instalaciones de la Fonoteca Nacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) la noche del viernes 3 de julio, pues al registrarse un lleno total en la Sala Murray Schafer del recinto, se instaló una pantalla en el patio para que el gran número de gente que se dio cita presenciara el concierto audiovisual. El grupo integrado por Mauricio Sotelo y Francisco Sotelo, salieron al escenario para agradecer al público asistente su presencia, asimismo, manifestaron que la Fonoteca Nacional se ha convertido en el lugar donde la agrupación presenta su nueva música desde hace ya cuatro años y se mostraron muy agradecidos con el "templo de la música" de poder tocar ahí. Comenzó el espectáculo con música y proyección al mismo tiempo, el cual está dividido en seis actos. Se trata de un filme icónico e influyentes de la historia del cine alemán, en el que la obsesión de un médico psiquiatra por el sonambulismo, lo lleva a inducir a Cesare, el sonámbulo, a cometer involuntariamente una serie de homicidios. En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Mauricio Sotelo, quien tocó el stick, compartió que entre la película y la música que ellos tocan, pudieron encontrar ciertas empatías y formas de trabajo en donde el estilo expresionista y la misma escenografía de la cinta les permitió crear una ambientación general. Igualmente, el contexto les permitió hacer una analogía entre el blanco y el negro, así como entre la escala de grises y todos los cromatismos que hay en la música, "por eso decidimos hacer una musicalización mucho más acotada a lo que normalmente hacemos, ya que en esta ocasión  pensamos que la batería y el stick quedarían bien como contrastes, y a partir de esos dos elementos generar toda la música, utilizando el piano que era el instrumento con el que se musicalizaban esas películas en esos años", puntualizó el artista. La  película tiene un ritmo trepidante, en donde se puede apreciar una ciudad expresionista, con decorados inverosímiles, puertas y casas torcidas, es decir, una distorsión de todas las formas. Con una estética sustentada en la diversidad de formas. "A partir de la batería electrónica y el stick, decidimos utilizar sonidos sintetizados, no acústicos, para ir de la mano justamente con esta ambientación no real que hay en la película", comentó Mauricio Sotelo. La música fue hecha a partir de la combinación de tres elementos que fueron abordados de diferente manera: con base en temas, texturas e improvisación. Hay temas que se repiten y son identificables pero que no se tocan de la misma forma pues tienen variaciones, en la velocidad e intención. Hay otras partes en que solamente es el sonido, la textura es la que marca el drama, "es como una cuerda que se va estirando, nos dimos cuenta que no hacía falta hacer nada más, dejar que la imagen le fuera dando sentido a ese sonido", manifestó el músico. El tercer componente es la improvisación, lo que les permite tener la libertad de ver la película y reaccionar lo más sincronizado posible con los gestos. Dejar fluir la intuición es una de las cualidades del expresionismo, lo que permite una especie de liberación para los músicos, no tener que seguir una partitura y sentirse ajenos, sino tratar de involucrarse en la película. Para poder hacer los arreglos del material que contiene Música en escala de grises fue necesario depurar la música, por eso se llama Narrativa sonora no lineal, porque la música en el disco no es idéntica a la de la película, pero sí es una música referencial. "La gente que ha visto la película con esta música va a distinguir los temas, es una referencia y una evocación, que es lo que queremos provocar, pero también queremos que la gente que no tuvo oportunidad de ver la película pueda tener el disco y también le diga cosas", refirió el artista. Este proyecto surgió hace cuatro años por invitación de la Cineteca Nacional del Conaculta, a participar en el ciclo Bandas Sonoras en el que se invitaba a grupos de rock a musicalizar películas silentes, El gabinete del Dr. Caligari, fue la que captó la atención de Cabezas de Cera. La agrupación cierra en la Fonoteca Nacional una serie de presentaciones por el Distrito Federal, después de presentarse con éxito en otros escenarios como el Centro Cultural de España, en el Film Club Café, en el programa Cultivo de Jercios de Radio UNAM en donde tocaron en vivo y en el Faro Indios Verdes. Cabezas de Cera ya prepara la siguiente musicalización de otro filme germánico, el cual se presentará en la Semana del Cine Alemán que organiza el Instituto Goethe.