Amar, beber y cantar llega a la cartelera de la Cineteca Nacional 06/agosto/2015 00:00 Cine y artes audiovisuales A partir del 7 de agosto El Premio Adolf Bauer que concede el Festival Internacional de Cine de Berlín reconoce a aquellas obras que “abren nuevas perspectivas”. Antes de su muerte, a los 91 años, el director francés Alain Resnais se hizo merecedor de este galardón con su última película, la cual forma parte de un amplio y rico legado que hoy luce imprescindible en la historia del cine mundial. Amar, beber y cantar (Aimer, boire et chanter, 2014) es el último título de la inmensa filmografía de Resnais, quien se apoyó de nueva cuenta en una pieza del dramaturgo británico Alan Ayckbourn, al igual que en 1993 con Fumar / No fumar y en 2006 con Asuntos privados en lugares públicos. El cineasta ligado con la Novelle vague muestra una historia que transcurre de la primavera al otoño en el poblado inglés de Yorkshire. En medio de los ensayos de una obra de teatro amateur, Colin (Hippolyte Girardot) y Kathryn (Sabine Azéma) reciben la noticia de que a su amigo George Riley le quedan pocos meses de vida. El matrimonio lo invita a que se una a ellos en la obra, lo que desatará un torbellino de emociones, no sólo para Kathryn –quien fuera el primer amor de George–, sino también para sus amigas Tamara (Caroline Sihol) y Mónica (Sandrine Kiberlain) y sus respectivas parejas. Alain Resnais adaptó por tercera ocasión una pieza teatral de Alan Ayckbourn, confinando la acción a un mundo artificial, casi completamente de estudio, en el que recrea un tragicómico teatro de vanidades. Coloridos fondos, piedras y pasto, además de la inserción de dibujos realizados por el caricaturista Blutch y escasas escenas en espacios exteriores son el contexto en el que tres parejas se ven afectadas por la noticia de que su amigo George Riley morirá a causa de cáncer. Amar, beber y cantar es una cinta rodada en estudios, con creativos escenarios elaborados por el diseñador de producción Jacques Saulnier, donde los personajes salen y entran para actuar y elaborar una historia cómica con tintes de humor negro. The Hollywood Reporter indica que Resnais lleva el drama a sus extremos “exponiendo el fraude que hay detrás de las estructuras narrativas clásicas”.   El Premio Adolf Bauer que concede el Festival Internacional de Cine de Berl�n reconoce a aquellas obras que "abren nuevas perspectivas". Antes de su muerte, a los 91 a�os, el director franc�s Alain Resnais se hizo merecedor de este galard�n con su �ltima pel�cula, la cual forma parte de un amplio y rico legado que hoy luce imprescindible en la historia del cine mundial. Amar, beber y cantar (Aimer, boire et chanter, 2014) es el �ltimo t�tulo de la inmensa filmograf�a de Resnais, quien se apoy� de nueva cuenta en una pieza del dramaturgo brit�nico Alan Ayckbourn, al igual que en 1993 con Fumar / No fumar y en 2006 con Asuntos privados en lugares p�blicos. El cineasta ligado con la Novelle vague muestra una historia que transcurre de la primavera al oto�o en el poblado ingl�s de Yorkshire. En medio de los ensayos de una obra de teatro amateur, Colin (Hippolyte Girardot) y Kathryn (Sabine Az�ma) reciben la noticia de que a su amigo George Riley le quedan pocos meses de vida. El matrimonio lo invita a que se una a ellos en la obra, lo que desatar� un torbellino de emociones, no s�lo para Kathryn –quien fuera el primer amor de George–, sino tambi�n para sus amigas Tamara (Caroline Sihol) y M�nica (Sandrine Kiberlain) y sus respectivas parejas. Alain Resnais adapt� por tercera ocasi�n una pieza teatral de Alan Ayckbourn, confinando la acci�n a un mundo artificial, casi completamente de estudio, en el que recrea un tragic�mico teatro de vanidades. Coloridos fondos, piedras y pasto, adem�s de la inserci�n de dibujos realizados por el caricaturista Blutch y escasas escenas en espacios exteriores son el contexto en el que tres parejas se ven afectadas por la noticia de que su amigo George Riley morir� a causa de c�ncer. Amar, beber y cantar es una cinta rodada en estudios, con creativos escenarios elaborados por el dise�ador de producci�n Jacques Saulnier, donde los personajes salen y entran para actuar y elaborar una historia c�mica con tintes de humor negro. The Hollywood Reporter indica que Resnais lleva el drama a sus extremos "exponiendo el fraude que hay detr�s de las estructuras narrativas cl�sicas". Sabine Az�ma, esposa de Resnais, declar� que este filme era un ejemplo de como el director hac�a lo que a otros no les gusta hacer; combinar varias formas de entretenimiento con las artes: el dibujo, el teatro y, por supuesto, el cine. Por ejemplo, la afici�n del cineasta por los c�mics se nota con los lienzos de las casas de cada una de las parejas, los cuales van intercalados antes de cada acto. A la par se coloca un fondo blanco cubierto por l�neas paralelas negras, el cual sirve de tel�n para las confesiones de los personajes. Para publicaciones como Variety, el cineasta franc�s organiza cada una de las ideas de la historia escrita por Ayckbourn de manera f�cil y graciosa, por lo cual s�lo resulta un placer observar cada uno de los movimientos de los actores a lo largo de la pantalla. Amar, beber y cantar parece "examinar el mundo desde m�ltiples perspectivas visuales", se lee en The New York Times; adem�s el diario estadounidense agrega que la pel�cula expresa en su totalidad la intenci�n de Resnais "para romper barreras entre el cine, el teatro y la ilustraci�n". El director de pel�culas fundamentales como Noche y niebla (1955) e Hiroshima mi amor (1959), durante toda su carrera se destac� como un "director de elegancia y distinci�n", public� The Guardian en una semblanza del director franc�s. Su �ltimo filme es un ejemplo de lo que represent� su carrera cinematogr�fica; trabajando a partir de guiones de otros escritores, jugando con caracter�sticas representativas del teatro y la literatura para llevarlas a la pantalla. Los temas a los que m�s recurr�a en sus cintas eran la guerra, las relaciones sexuales, la memoria y el tiempo. Siempre trabaj� junto a guionistas, m�sicos y actores de gran talento.