Secretaría de Cultura rinde tributo póstumo a Carlos García Martínez 27/abril/2017 00:00 Política cultural La Secretaría de Cultura rindió un homenaje póstumo al antropólogo cultural, médico generoso, artista creativo e incansable promotor cultural, Carlos García Martínez, quien durante tres décadas dedicó su vida, a la gestión, promoción y capacitación cultural en todo el país. Amigos, familiares, colegas y funcionarios culturales hablaron de su legado y aportaciones, en una emotiva ceremonia que coincidió con su cumpleaños 64, y donde fue reconocido por su labor en la consolidación de las metodologías de la gestión cultural en México. Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural, se refirió al hombre afable, cordial, de grandes retos, excelente conversador,  amante de la escultura en hierro, y con una sólida formación académica, que sabía disfrutar de la vida y de su familia. Fue quien reanimó la colección editorial Intersecciones, especializada en la promoción y gestión cultural, duplicando así su número de títulos, destacó Antonio Crestani. Además al frente de la Dirección de Capacitación Cultural dio servicio a las 32 entidades, con un trabajo dedicado que le valió reconocimiento en todo el país. Recordó que su último artículo El ABC de los proyectos culturales, forma parte del volumen número 37 de la colección de Intersecciones, titulado Proyectos culturales. Sus configuraciones y desafíos para el cambio social, donde se reúnen 10 ensayos, bajo la coordinación de José Antonio Mac Gregor Campuzano. En la ceremonia en memoria, se transmitió también un video con diversos testimonios sobre la labor de Carlos García, entre ellos, el del antropólogo social Mac Gregor Campuzano. El especialista externó que la principal contribución de García Martínez a la política cultural del Estado mexicano era la consolidación del Sistema Nacional de Profesionalización y Capacitación de Promotores y Gestores Culturales. Y en ese sentido, dijo, encargó y produjo libros vinculados a la violencia en México, a las adicciones, a las nuevas tecnologías y cómo la cultura podía, en todos estos terrenos, aportar para el desarrollo en México. Para Jorge Gutiérrez, subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura, Carlos Martínez fue sin duda una celebridad, un verdadero personaje, lleno de virtudes y facetas. Hombre rico en anécdotas, y en recursos para seducir, encantar y motivar a sus interlocutores, tanto en el aula como en lo cotidiano. Carlos Deveaux dio lectura al texto enviado por el subsecretario, quien se refirió al talento, sensibilidad, compromiso y camaradería del homenajeado. Habló de su compromiso con la formación, actualización y profesionalización de los promotores y gestores culturales a nivel nacional, compartiendo los conceptos, metodologías y experiencias. También aludió al creador intenso, que encontró en la escultura una forma más de comunicar y de encontrar satisfacción. Su formación original, la de médico, dijo, probablemente reafirmó su vocación de servicio y de apoyo a los más necesitados. Al final subrayó que fue un gran gestor, y siempre supo sumar las voluntades de los actores culturales de estados y municipios, para el impulso de los más diversos proyectos culturales. Marisa Gómez dio lectura a un texto emotivo de Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que señaló que "más allá de las consideraciones institucionales, Carlos deja un testimonio de vida, generosidad, imaginación y congruencia, que constituye una guía para quienes seguimos en el empeño de la tarea cultural y en la búsqueda de una sociedad más justa". "Te hubieses quedado otro rato nomás, para seguir estudiando las creencias populares y platicando sabroso con tantos amigos que tuviste y tienes, y disfrutando las ricas tardes en San Gil, y recogiendo fierros de cualquier parte para convertirlos en peces, esqueletos, pavorreales, quijotes, cristos, bicicletas, ranas o fósiles". "O en cualquier clase de cosas que se le ocurrieran a tu cabeza despeinada, porque eso sí, aunque canoso, siempre mantuviste el cabello y las ideas ingeniosas", refirió Prieto, luego de recordar su precipitada partida, apenas el viernes 17 de marzo pasado. "Yo no lo podía creer, pensé que se trataría de una trivia de esas con las que gustabas ayudar de una manera divertida a la formación de los promotores culturales, de cuya capacitación te ocupaste desde principios de 2011, responsabilidad que desempeñaste con toda pasión, creatividad y compromiso", apuntó el titular del INAH. El poeta y músico Guillermo Velázquez dedicó al homenajeado versos que durante 10 minutos resonaron en el Auditorio de la Secretaría de Cultura, lleno de público, entre colegas, amigos, colaboradores y sus hijos, Carlos y Gala, su viuda Beatriz, y su hermano Víctor, entre otros familiares. Estoy en esta reunión/ porque al hablar intercedo/ o porque al trovar accedo/ a una otredad, a otro dónde/ y es lo que me corresponde/ como poeta y como aedo…/ … vamos al mito intuido/ atávico, compartido/ que nos dice qué cantarle/ y de qué manera darle/ el adiós a un ser querido. A ese rito los convoco/ íntimo, ceremonial/ y cómo azúcar y sal/ cada palabra coloco/ nada está fuera de foco/ nada de lo que decimos/ lo que vemos/ lo que oímos/ con sus hijos y su esposa/ todo es ofrenda amorosa. A este memorial asisto/ como pescador sin redes/ y estoy entre estas paredes/ con el dolor/ que aún ya convertido en flor/ me hace decir/ como a ustedes. Querido Carlos/ no hay modo/ de asimilar todavía/ la hora, el minuto y el día/ en que se tiñó de lodo/ tarde, noche, aurora, todo/ como haciendo más visible/ el hecho real, indecible/ la súbita conmoción/ de sísmica sin razón/ que se nos hacía increíble/… confirmando con dureza/ la dolorosa certeza/ de que te habíamos perdido. Luego tocó el turno a su hijo, Carlos Enrique García Herrera: "mi papá era una persona de contradicciones. Era doctor y escultor. Ciencia y arte vivían en él. Era un hombre de carácter duro pero cariñoso. Su rostro y actitud seria se sumaban a su amable personalidad. Era líder y compañero. Daba instrucciones, pero se ponía a tu lado al momento de trabajar". Lo más difícil de las muertes repentinas, dijo, es que no te da tiempo de despedirte,  de prepararte, de dejar todo listo, de decir todo lo que tenías que decir. Muchas cosas se quedan pendientes, en el aire. Lo más difícil de la muerte es que es ingrata y que llega cuando nadie la espera. Ha pasado un mes y aún no me acostumbro a la idea. Es difícil decir adiós a nuestros padres, dijo García Herrera. Antes refirió que la medicina siempre le sirvió a su papá como un punto de inspiración, un punto de trabajo para acercarse a la cultura. Rara era la conferencia que diera que no estuviera salpicada de ejemplos médicos y que los unía perfectamente a un discurso de cómo presentar un proyecto cultural, por ejemplo. Su hermano Víctor García Martínez, en nombre de la familia, agradeció el homenaje. "Es difícil resignarse a su ausencia. Hijo ejemplar. Hombre de excelentes y múltiples talentos. Fraguó su genio al calor de la soldadura y sus fierros viejos y retorcidos, con los que creó formidables e ingeniosas obras de arte". Francisco Cornejo, oficial mayor de la Secretaría de Cultura, subrayó el perfil y profesionalismo de Carlos García. Citó que desarrolló, por iniciativa propia, un documento que se ha convertido en un gran instrumento de trabajo para la institución, la Guía para Desarrollar un Proyecto Cultural. Y con un emotivo aplauso cerró el homenaje póstumo que coincidió con su fecha de cumpleaños (26 de abril de 1953), donde se recordó al médico, al amante del arte, la cultura popular y la gastronomía mexicana, cuya meticulosa elaboración de diagnósticos y la inagotable búsqueda de soluciones para apoyar a los creadores, fueron los pilares bajo los cuales se erigió su sólida trayectoria. De esa búsqueda surgió Cómo elaborar un proyecto cultural… y no frustarse si no lo seleccionan, publicación que desde 1993 se convirtió en un guía imprescindible para dar forma y sustento a cualquier iniciativa relacionada con la creación y el desarrollo artístico a lo largo del país. En la ceremonia en memoria, la Camerata Instrumental de México interpretó obras de Händel, Vivaldi, Pachelbel y Bach, en homenaje a Carlos García Martínez, quién se graduó como médico cirujano en la UNAM, con especialidad en medicina familiar, y realizó estudios de maestría en Antropología Cultural por la Universidad Autónoma de Querétaro. Durante 15 años combinó el ejercicio de la medicina con la antropología y la investigación social. Se incorporó al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ahora Secretaría de Cultural, hace 27 años. Ocupó diversos cargos: jefe de la Unidad Regional de Culturas Populares en Querétaro, Coordinador de la Zona Centro y de la Zona Centro Occidente y director de Capacitación Cultural de la Dirección General de Vinculación Cultural, de la Secretaría de Cultura. Para Carlos García las obras de arte formaban parte de las zonas sagradas de nuestro mundo interior, por ello, la escultura y los ex votos fueron placeres que cultivó y compartió con su familia y amigos. En esta materia publicó libros como Gracias y Desgracias, en el cual conjugó sus investigaciones en antropología social y medicina tradicional. También escribió La puericultura y la mitología popular en México, y Cuidado con los consejos.