En el momento en que los personajes hablan yo me callo: Maruxa Vilalta

  • Libros, revistas y literatura
Información: MAC
Comunicado No. 298/2011
17 de febrero de 2011

***La autora desea que su trabajo dramático continúe atrayendo a los jóvenes como hasta ahora

***En entrevista, manifiesta su satisfacción por ver publicada su obra Con vista a la bahía, a cargo de la Dirección de Publicaciones del Conaculta

“En el momento en que los personajes hablan yo me callo. Eso es la inspiración”, dice la dramaturga Maruxa Vilalta para explicar su proceso creativo. No titubea al asegurar que su teatro es de vanguardia y la muestra está en que gusta a los jóvenes. Varias de sus obras son elegidas por los estudiantes de teatro para representarlas y acreditar sus materias.

        Dramaturga de reconocido prestigio, Maruxa Vilalta es autora de obras representadas en varios idiomas, en las que su talento le ha permitido manejar diversos tonos y estilos. En su trabajo, temas como la incomunicación y el afán de evasión se unen a la crítica política y la protesta contra la injusticia social, a través de la denuncia del egoísmo, ambición y corrupción, defensa de los derechos y dignidad del ser humano.

        En entrevista, Vilalta reconoce que su trabajo está marcado por la inspiración. “En mi caso, para que la inspiración llegue, debo tener un escenario preparado para recibirla. Debo saber, en primer lugar, dónde me encuentro, dónde me sitúo. No es lo mismo que la acción de mi obra suceda en la playa o que transcurra en un campo de batalla. Tengo que saber dónde estoy y quiénes son mis personajes.

        “La creación del personaje no es fácil. En vez de creación quizá debería decir aparición. Desde el momento en que el personaje aparece y lo conozco, sé quién es y cómo vive y cómo siente. Y entonces el que habla es él. Lo dejo decir y me convierto en su escribiente. Me dicta y yo escribo, guardándome mucho de contradecirlo porque rechazaría de inmediato todo lo que quisiera imponerle. Y sería fatal para la obra si quisiera yo prevalecer sobre él.

        “Lo difícil es llegar a ese nivel en que ya se tiene a un personaje con vida propia y que sabe a dónde va. Cuando ya existe, por lo menos en mi caso, escribir el diálogo es fácil. Pero antes hubo que crear a ese ente, que ahora se empeña en tener vida propia”, explica la ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010, en el campo de Lingüística y Literatura.

        La autora de obras como Nada como el piso 16, Historia de él, Una mujer, dos hombres y un balazo, Pequeña historia de horror (y de amor desenfrenado) y Una voz en el desierto, entre otras, asegura que le molestaría hacer un mapa o una especie de resumen de lo que va a pasar en sus obras.

        “Perdería mi libertad de escribir. Mejor voy conociendo a los personajes. Yo necesito que el personaje me diga a lo que va. Por ese motivo no doy mis obras a que las dirija nadie más. Yo aprendí a dirigir con obras de los clásicos franceses e ingleses, pero desde entonces mis obras sólo las dirijo yo, porque prefiero fracasar o triunfar por cuenta propia, no por lo que haga un director que se quiere exhibir”, dice.

        Vilalta se inició como novelista con El castigo (1957), Los desorientados (1958), Dos colores para el paisaje (1961). Es autora, entre otros relatos, del libro El otro día, la muerte (1974), que contiene: Diálogos del narrador, la muerte y su invitado, Romance de la muerte de agua, Aventura con la muerte de fuego, Morir temprano, mientras comulga el general.

        “Todo empezó con una novela: Los desorientados. Tuvo éxito, varias ediciones en pocos meses, y se me ocurrió adaptarla al teatro. A partir de ese momento --aunque he escrito tres novelas y un libro de relatos--, el teatro me conquistó. Es amante celoso que no deja tiempo para otro tipo de creación artística, de manera que con el teatro he seguido”, señala la dramaturga.

        Maruxa Vilalta ha ganado en 10 ocasiones el Premio a la Mejor Obra del Año. Sus obras han sido traducidas al francés, inglés, catalán, alemán y checo. Ha sido merecedora de premios como el Juan Ruiz de Alarcón y fuera de México sus piezas teatrales han sido llevadas a escena en Honduras y Colombia, entre otros países.

        La obra más reciente de Vilalta, Con vista a la bahía, fue publicada por la Dirección de Publicaciones del Conaculta, como parte de la colección Bosque de Sileno, la cual busca difundir el desarrollo del teatro escrito y montado en escena en México. Esta obra fue estrenada en el Teatro El Granero, el 18 de mayo de 2007,  y reestrenada en el Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico, el 3 de septiembre del mismo año.

        Al respecto, la autora se dijo muy complacida por la publicación porque consideró que al tratarse de una edición popular puede ayudar a que la conozcan muchos estudiantes de teatro. “Desde que empecé a escribir mi obra fue llamada de vanguardia. Eran épocas en las que el teatro mexicano era muy ridículo, conservador, de provincia. Entraba una sirvienta al escenario y decía: La mesa está servida. Ese tipo de cosas a mí me enferman, así que empecé con el teatro de vanguardia y así sigo porque dicen que mi teatro es para jóvenes, pues qué bueno porque en ellos está el porvenir”, concluyó.