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La revista Algarabía cuenta la historia de cómo se rescató el actual conocimiento sobre el antiguo Egipto

  • Libros, revistas y literatura
Información: YUL
Comunicado No. 773/2011
26 de abril de 2011

***En el número de abril publica artículos sobre el trébol de cuatro hojas; las prohibiciones de ciertos tipos de carne en la Biblia; la risa como terapia; Italo Calvino habla de la importancia de la lengua y cultura madres

La revista Algarabía celebra una década de vida y en su número de abril presenta como suele hacerlo artículos amenos sobre los más diversos temas. La publicación dedica su portada a la historia de cómo se rescató todo el conocimiento que actualmente existe acerca del antiguo Egipto, civilización que floreció durante tres mil años, aproximadamente del 3150 a.C. al 150 a.C.

        A veces los actos humanos en pequeña o gran escala producen sorpresas. Después de una década del inicio de la Revolución Francesa (1789) el Directorio gobernaba el país (una especie de gabinete en el que confluían diversas corrientes y tendencias políticas), ante la necesidad de dar una salida externa a los conflictos internos el Directorio le propuso a un militar que recientemente había tenido una campaña exitosa en Italia y que tenía grandes ambiciones expansionistas que preparara la invasión de Inglaterra. Ese hombre era Napoleón Bonaparte (1769-1821).

        El militar se había convertido en un líder indiscutido del Ejército francés. El objetivo del Directorio era que en el caso de que lograra invadir Inglaterra el triunfo sería para el Directorio, y en caso de que fracasara podrían deshacerse de un hombre que les representaba un riesgo. El plan era demasiado aventurado pero Bonaparte lo suficientemente ambicioso para emprenderlo.

        La estrategia militar que diseñó Napoleón Bonaparte fue cortar los suministros de Inglaterra que recibía de sus colonias en la India mediante el control de Egipto. El 19 de mayo de 1798 Napoleón zarpó de Tolón, Francia, con 300 barcos, 16 mil marinos, 38 mil soldados de tierra, mil cañones y casi mil caballos. Al desembarcar los únicos que les hicieron frente fueron los guerreros de la casta de los mamelucos, a quienes derrotaron causándoles 5 mil bajas, mientras que el Ejército francés sólo perdió 300 hombres.

        Así Francia ocupó Egipto y para ganarse a los habitantes Napoleón hizo elogios públicos de los preceptos islámicos, promulgó leyes para abolir la esclavitud  y el feudalismo y formuló decretos en favor de los derechos de los ciudadanos, todo esto con la complacencia del Diwan, la asamblea que gobernaba Egipto. Alrededor de un millar de civiles se sumaron a la expedición francesa, entre éstos había unos 154 científicos en diversas disciplinas: biología, geografía, ingeniería historia y arqueología.

        Tres meses después de la llegada de los franceses a Egipto, la flota inglesa, al mando del almirante Nelson, sorprendió a los barcos franceses mientras los marinos estaban en tierra y les causaron infringieron mil 700 muertos, 600 heridos y tomaron 3 mil prisioneros. En un mes, el Imperio Otomano se alió con los ingleses para expulsar al ejército francés y otro mes más tarde hubo una sublevación en El Cairo contra la ocupación francesa. Los franceses debieron dejar la capital y pasaron a controlar sólo algunas ciudades cercanas al Nilo.

        Cuando el 19 de julio de 1979 los franceses cavaban unas trincheras en previsión  de un desembarco inglés en la población de Al-Rashid (llamada por los europeos Rosetta) dieron con una enorme piedra de basalto que tenía inscripciones con jeroglíficos egipcios, en demótico y en griego. Este hallazgo detonó un furor arqueológico que no se detuvo sino hasta mediados del siglo XX. Las investigaciones fueron realizadas sobre todo por franceses, ingleses y alemanes. Así, una campaña militar derivó inesperadamente en la más larga y exhaustiva investigación arqueológica en la historia de la humanidad. Ese hallazgo inicial permitió saber que la lengua copta usada aún en tiempo del descubrimiento era una derivación de la antigua lengua egipcia, que se expresaba en los jeroglíficos, por lo que éstos tenían expresión fonética y contenido conceptual e ideográfico.

        En el artículo  “…El trébol de cuatro hojas?” se refiere de dónde provienen las creencias de que es de buena suerte. En el texto “Carne prohibida” Marvin Harris analiza si las prohibiciones señaladas en la Biblia para el consumo de ciertos tipos de carne no obedecían más bien a otras razones que no eran las estrictamente religiosas.

        En el artículo intitulado “El carrusel”, Fannie Emery Othón desvela cuál es el verdadero origen de este juego al que siempre asociamos con algodones de azúcar, sonrisas y felicidad.  En “El dialecto regional”, el escritor italiano Italo Calvino da respuestas a muchas interrogantes sobre la importancia de la cultura propia de las comunidades, el dialecto, la lengua madre, en medio de la cultura global contemporánea. Steve Ayan escribe sobre “La risa como terapia”.

        El lector encontrará en el número de este mes de la revista Algarabía muchos otros artículos que despertarán su interés y aumentarán sus conocimientos y cultura en forma divertida y amena, como es costumbre en esta publicación.